La llegada de Frankenstein, la esperada adaptacion de Guillermo del Toro para Netflix, supone un hito en la filmografia del director y una nueva relectura del clasico de Mary Shelley. La pelicula, que se estrena el 7 de noviembre y cuenta con un trailer final, reune a un reparto encabezado por Oscar Isaac, Jacob Elordi, Mia Goth, Felix Kammerer, Charles Dance y Christoph Waltz.
Del Toro no realiza una traduccion literal de la novela de 1818, sino una version personal y emotiva de la tragedia de Victor Frankenstein y su criatura. El cineasta ha explicado que el personaje lo ha fascinado desde la infancia, primero a traves de la interpretacion de Boris Karloff y despues mediante la lectura de la obra original, hasta convertir a Frankenstein en una obsesion creativa y espiritual a lo largo de su vida.
La pelicula examina la dinamica entre padres e hijos, la frontera entre inocencia y monstruosidad, y la locura vinculada al acto de crear. Del Toro da voz tanto a Victor, interpretado por Oscar Isaac, como a la criatura, encarnada por Jacob Elordi, inclinando sin embargo la mirada empatizante hacia el monstruo, que aparece como un ser esencialmente inocente pero de fuerza descomunal y con actos de violencia que suman una tension inquietante a su caracter.
El personaje maternal, interpretado por Mia Goth, opera como una metafora de la incapacidad de proteger a los protagonistas de su destino. Del Toro subraya la idea de que los hombres son, en gran medida, producto y victima de su herencia y de sus circunstancias, lo que condiciona sus actos y su tragedia.
El tono gotico y maximalista del filme se plasma en lo visual y lo sonoro. La disenadora de produccion Tamara Deverell y la supervisora de vestuario Kate Hawley recrean ambientes que van desde la opulencia de la infancia de Victor hasta un laboratorio improvisado en una instalacion industrial abandonada. La banda sonora de Alexandre Desplat refuerza la intensidad epica y emocional; en conjunto, la pelicula apuesta por lo desmedido: en duracion, sentimientos y dramatismo.
Jacob Elordi afronta el reto de encarnar a una de las criaturas mas iconicas de la literatura y el cine. Su interpretacion combina momentos casi mudos con otros de marcada expresividad, siempre bajo una compleja protesis. Para construir el personaje estudio butoh, consulto lecturas sugeridas por Del Toro y busco referencias en comportamientos animales para transmitir una inocencia genuina y la confusion de un ser recien nacido.
Ademas, Elordi profundizo en el cine de terror y en las adaptaciones previas de Frankenstein, descubriendo el papel social y afectivo que esos monstruos han tenido para espectadores solitarios. El actor destaca que, para muchas personas, estas figuras funcionan como compania y consuelo, y que existe una especie de culto y reverencia alrededor de esas peliculas.
El ambiente en el rodaje fue importante para la construccion de la pelicula: Elordi resalto la camaraderia con Oscar Isaac y la sensibilidad de Mia Goth. Valoro especialmente la sincronia con Isaac, que le permitio sentirse acompanado y respaldado al asumir una responsabilidad actoral tan central siendo uno de los interpretes mas jovenes del elenco.
El proyecto tuvo una gestacion de decadas y Del Toro concebia su version de Frankenstein como algo muy personal, ambientado en el contexto de la Guerra de Crimea. El rodaje duro alrededor de cien dias y se realizo en distintas localizaciones, comenzando en Toronto a principios de 2024 y continuando en ubicaciones del Reino Unido.
Del Toro ha explicado que, desde sus comienzos como cineasta, sono con hacer dos peliculas -Pinocho y Frankenstein- porque ambas indagan en la misma pregunta fundamental: que significa ser humano y como nos situan la vida y la muerte. Quiso abordar Frankenstein desde una optica intima y personal aprovechando esos temas universales.
El director ha insistido en que la pelicula busca mostrar personajes imperfectos y reivindicar la comprension y el derecho a la imperfeccion frente a circunstancias opresivas, proponiendo empatia antes que juicio moral absoluto.
Ante la pregunta de si la inteligencia artificial podria ser el Frankenstein contemporaneo, Del Toro respondio que no teme tanto a la IA como a la “estupidez natural”, que considera mas abundante y, en su opinion, mas peligrosa socialmente.
Mas de dos siglos despues de la novela de Shelley, Del Toro presenta una version apasionada que revisita el mito para explorar la humanidad y la incomprension desde las perspectivas del creador y de la criatura, del padre y del hijo, con un enfoque emocional y personal que pretende renovar el relato clasico.
