Corea del Sur volvio a proponer este lunes conversaciones militares formales para aclarar la linea de demarcacion en la frontera con Corea del Norte, tras una serie de incursiones norcoreanas que, segun Seul, obligaron a disparar tiros de advertencia en los ultimos meses.
El Gobierno surcoreano advierte que un calculo erroneo o un incidente involuntario podrian derivar en un enfrentamiento armado con consecuencias imprevisibles.
El viceministro de Politica de Defensa, Kim Hong-Cheol, explico que la oferta busca “prevenir choques accidentales” en una franja donde la vegetacion, la niebla y los restos del conflicto dificultan la identificacion precisa de los limites.
Los hitos originales de la linea de demarcacion establecidos al final de la Guerra de Corea han desaparecido en muchas zonas, lo que ha abierto margen a interpretaciones distintas y aumentado el riesgo de incidentes.
La iniciativa se produce en un contexto en el que Pyongyang evita de forma sostenida cualquier contacto con Seul y Washington; desde el colapso de la diplomacia personal entre Kim Jong-un y Donald Trump en 2019, todos los canales de dialogo han quedado cerrados.
Kim Jong-un ha lanzado senales ambiguas sobre una posible nueva reunion con Trump, pero condiciona cualquier encuentro a que Estados Unidos renuncie a exigir la desnuclearizacion como requisito previo, una demanda inaceptable para Washington.
El Gobierno liberal del presidente Lee Jae-myung sostiene que la unica estrategia durable es reconstruir la comunicacion con el Norte. Analistas en Seul interpretan la oferta de conversaciones como un intento de reducir primero el riesgo militar antes de avanzar hacia un deshielo, aunque Pyongyang respondio con hostilidad.
En agosto, Kim Yo-jong, hermana del lider norcoreano y voz influyente del regimen, califico el acercamiento de Lee como una “intencion siniestra”, acusando a Seul de intentar atribuir al Norte la responsabilidad del deterioro bilateral.
El endurecimiento de Pyongyang ha incluido cambios politicos: a finales de 2023 Kim Jong-un declaro obsoleta la meta de una unificacion pacifica y promovio una reforma constitucional que define a Corea del Sur como un enemigo permanente.
Desde entonces, el ejercito surcoreano ha detectado nuevas barreras antitanque, minas adicionales y actividad de fortificacion en la franja fronteriza.
La Zona Desmilitarizada (DMZ), de 248 kilometros de largo y unos cuatro kilometros de ancho, es considerada una de las fronteras mas peligrosas del mundo.
Se estima que hay mas de dos millones de minas entre colinas boscosas, alambradas, bunkeres y puestos de vigilancia. La DMZ fue creada tras el armisticio de 1953 y, al no existir un tratado de paz, ambas Coreas siguen formalmente en guerra.
Las tensiones en la frontera se han agravado en los ultimos dos anos, en paralelo al crecimiento del arsenal norcoreano: Pyongyang ha multiplicado sus pruebas misilisticas, incluidos misiles balisticos intercontinentales, y declara su estatus nuclear como “irreversible”.
Expertos del panel de sanciones de la ONU afirman que Corea del Norte continua ampliando su programa armamentistico mediante una red de cooperacion clandestina que incluiria a Rusia, a la que Washington acusa de intercambiar armas y tecnologia con Pyongyang a cambio de municion para la guerra en Ucrania.
La Casa Blanca mantiene que la diplomacia solo sera posible si Corea del Norte adopta pasos verificables hacia el desmantelamiento de su programa nuclear. No obstante, la estrategia de presion mediante sanciones sucesivas desde 2006 no ha logrado frenar los avances armamentisticos del regimen.


