1 de diciembre de 2025
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Xi evita protestas contra Japon por temor al bumeran

La reciente escalada de tensiones diplomaticas entre China y Japon se relaciona con las declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, sobre Taiwan y la forma en que Pekin ha calibrado su respuesta. Aunque Beijing ha intensificado represalias, evita fomentar protestas populares anti-japonesas, una opcion utilizada en el pasado pero ahora considerada riesgosa para la estabilidad interna.

El punto de inflexion ocurrio tras el primer encuentro entre Takaichi y Xi Jinping el 31 de octubre en Gyeongju, durante la cumbre de Cooperacion Economica Asia-Pacifico. Dias despues de asumir, Takaichi dijo ante el parlamento japones que un ataque chino a Taiwan podria constituir una “situacion que amenace la supervivencia” de Japon, lo que abriria la puerta al ejercicio del derecho a la autodefensa colectiva.

China reacciono con rapidez: el 13 de noviembre el Ministerio de Asuntos Exteriores convoco al embajador japones en Pekin, Kenji Kanasugi, para presentar una protesta formal. Segun la nota oficial, el viceministro Sun Weidong actuo por instrucciones de los altos mandos, lo que varios analistas interpretaron como una orden de Xi Jinping o de miembros del Politburo, incluida la posible implicacion de Wang Yi.

En los dias siguientes, Beijing endurecio su postura mediante medidas dirigidas a limitar los intercambios: el 14 de noviembre se desaconsejo a ciudadanos chinos viajar a Japon por razones de seguridad; luego el Ministerio de Educacion sugirio a estudiantes reconsiderar estudiar en Japon. Agencias de viajes suspendieron paquetes, se interrumpieron proyecciones de anime y cine japones y se cancelaron o pospusieron varios eventos de intercambio.

Ademas, las autoridades chinas notificaron a Tokio la suspension de importaciones de productos del mar japoneses, semanas despues de una reanudacion parcial de esas exportaciones. Este endurecimiento se da en un contexto donde historicamente China tambien respondio con movilizaciones populares en disputas con Japon.

En septiembre de 2012, la nacionalizacion por parte de Japon de las islas Senkaku (Diaoyu, en China) provoco una oleada de protestas masivas en China, con ataques a tiendas y fabricas japonesas. Aquellas movilizaciones tuvieron participacion organizada por las autoridades, que facilitaron transporte y apoyos economicos a manifestantes en diversos lugares.

Por entonces, Hu Jintao era el lider en China y Xi Jinping asumio la secretaria general del Partido Comunista dos meses despues. En Japon, Shinzo Abe volvio al poder en diciembre de 2012. China vivia entonces un fuerte crecimiento economico tras superar a Japon como segunda potencia mundial en 2010; la disputa por las Senkaku derivo en la suspension de cumbres bilaterales y en un recrudecimiento de las tensiones por visitas y simbolos controvertidos.

El contraste con la actualidad es notable: desde la declaracion de Takaichi no se han registrado protestas anti-japonesas masivas en China, lo que refleja cambios economicos y sociales. La economia china enfrenta problemas (crisis inmobiliaria, caida de precios, perdida de riqueza y alto desempleo juvenil) y las autoridades temen que tolerar protestas pueda desencadenar movilizaciones dificiles de controlar y potencialmente peligrosas para el regimen.

Antecedentes historicos como el Movimiento del Cuatro de Mayo de 1919 y, mas recientemente, las protestas de noviembre de 2022 contra la politica de “cero COVID” -que forzaron un giro del gobierno- subrayan que movilizaciones estudiantiles y ciudadanas pueden desbordar rapidamente a las autoridades.

Por ello, el gobierno chino ha buscado presionar a Japon con medidas que eviten danar gravemente su propia economia. Hasta ahora las represalias han sido selectivas y han intentado preservar intereses economicos nacionales. El 16 de noviembre la television estatal difundio criticas de ciudadanos japoneses sobre la declaracion de Takaichi, incluyendo referencias al ex primer ministro Noda.

La confrontacion se intensifico cuando, el 8 de noviembre, Xue Jian, consul general chino en Osaka, publico en la red X un mensaje en japones interpretado como una amenaza de decapitacion contra la lider japonesa; el contenido fue eliminado despues por las autoridades chinas. En Japon, el Partido Liberal Democratico y su aliado han exigido sanciones diplomaticas, incluida la declaracion de Xue como persona non grata. Xue es identificado con la linea de diplomacia conocida como “guerrero lobo”.

En paralelo, el director general de Asuntos Asiaticos y Oceanicos del Ministerio de Exteriores japones, Masaaki Kanai, viajo a Pekin para reunirse con su homologo Liu Jinsong; ambos mantuvieron intercambios en los que se reprocharon mutuamente por la declaracion de Takaichi y por el mensaje del consul.

Takaichi tenia previsto un viaje de cuatro dias a Sudafrica para participar en la cumbre del G20, donde tambien asistiria el primer ministro chino Li Qiang. La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, informo que una reunion entre Li Qiang y la lider japonesa no estaba en la agenda.

En estas condiciones, la posibilidad de una pronta reconciliacion bilateral parece remota y sigue siendo incierto cuanto tiempo permaneceran China y Japon en esta fase de confrontacion sin un encuentro de alto nivel entre sus dirigentes.

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