Con Daniel Basso: Terciopelo Club y Victor Florido: Interiores, el Museo Moderno presenta dos muestras que exploran, desde perspectivas distintas, la relacion entre el arte, la memoria y la vida cotidiana.
Para su primera exposicion individual en un museo argentino, Daniel Basso (Mar del Plata, 1974) muestra una serie de obras ineditas que condensan temas recurrentes en su trabajo: la nostalgia por la costa atlantica, la fugacidad de la noche y la estetica del diseno comercial.
Sus piezas, situadas entre la escultura, la arquitectura y el ornamento, crean ambientes que oscilan entre lo habitable y lo artificial, siempre atravesados por un espiritu ludico. Cambios de escala, ilusiones opticas y contrastes de texturas y colores convierten cada espacio en un escenario de apariencias ficticias.
La propuesta de Basso se apoya en una lectura personal de la cultura de los anos noventa, donde la decoracion de clubes nocturnos, los cliches del turismo popular y la exaltacion de las superficies llevan la excentricidad formal a un plano central. El visitante se encuentra inmerso en un entorno efimero dominado por la ilusion y el artificio.
El curador Franco Chimento destaca la capacidad del artista para intervenir el espacio y la composicion: “Basso demuestra, con su destreza en el manejo del espacio y la composicion, que puede sumergirnos en una ficcion que sorprende y remite a fragmentos de nuestra cotidianeidad. Su mirada reinterpreta y revaloriza como habitamos la ciudad, las vacaciones en la costa y las noches de verano”.
En paralelo, se presenta una seleccion de obras de Victor Florido (Buenos Aires, 1976) que reune mas de una decada de produccion.
Florido entiende la pintura como un ejercicio introspectivo: los interiores domesticos que representa funcionan como metaforas del pensamiento. En sus cuadros conviven lo visible y lo oculto; figuras definidas aparecen junto a otras veladas o borradas, reflejando como la memoria conserva y distorsiona los recuerdos.
El artista trabaja con una paleta limitada para concentrarse en los aspectos formales y narrativos de la pintura. Su proceso no responde a un plan rigido, sino que busca propiciar la aparicion de lo inesperado. “Me gusta pensar la obra como un acontecimiento inesperado, algo que surge sin planificacion ni finalidad definida”, afirma Florido, invitando al espectador a mirar ese instante de irrupcion.
El curador Raul Flores subraya la singularidad de la propuesta: “Lo singular de Florido es transformar cada pincelada en un pequeno ritual que permite la aparicion de lo inesperado. Sus interiores, intimos, tambien hablan de como pensamos: la memoria y la percepcion construyen nuestro mundo. Hay un juego constante entre lo oculto y lo revelado que atrapa al espectador”.
Museo Moderno, Avenida San Juan 350, San Telmo. Lunes, miercoles, jueves y viernes de 11:00 a 19:00. Sabados, domingos y feriados de 11:00 a 20:00. Martes cerrado. Miercoles: entrada gratuita para publico general. Entrada general: $4000 para visitantes residentes en Argentina. Sin cargo: jubilados, menores de 12 anos, personas con discapacidad y acompanante, y grupos de escuelas publicas. Acceso gratuito con credenciales vigentes: docentes, estudiantes universitarios, periodistas y beneficiarios del Pase Cultural.


