Un informe de la consultora Focus Market expone una fuerte disparidad fiscal y operativa en la economia argentina: las grandes empresas que entran al Regimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) afrontan una carga impositiva efectiva mucho menor -entre 20% y 25%- frente a alrededor del 45% que soportan las PyMEs.
El estudio senala que el RIGI, impulsado por el gobierno de Javier Milei para atraer capitales extranjeros y activar sectores intensivos como energia y mineria, ha generado un escenario de dos velocidades: grandes corporaciones con beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios excepcionales, y la mayor parte del tejido empresarial local en condiciones estructuralmente desventajosas.
Damian Di Pace, director de Focus Market, describe al RIGI como una herramienta orientada a proyectos de gran envergadura y largo plazo, con estabilidad regulatoria garantizada por 30 anos. Segun el analista, el regimen busca dar previsibilidad para inversiones intensivas en capital, pero plantea el desafio de como impulsar el crecimiento de la inversion privada local.
Desde su implementacion en julio de 2024, el RIGI aprobo proyectos por mas de 15.700 millones de dolares. Entre los incentivos destacan la reduccion del impuesto a las ganancias del 35% al 25%, exenciones graduales de derechos de exportacion, eliminacion de aranceles a la importacion de bienes de capital y la libre disposicion de divisas, condiciones que favorecen inversiones de largo plazo en contraste con el resto de la economia.
Asimetrias en la carga fiscal y burocratica
La comparacion con las PyMEs, que generan mas del 60% del empleo formal, muestra desventajas concretas: fuera del RIGI una empresa enfrenta una alicuota del 35% en Ganancias, diez puntos por encima de las beneficiarias del regimen, y afronta aranceles de importacion que en promedio van del 7% al 14% segun el producto, mientras que los proyectos incentivados estan exentos.
Tambien difiere el tratamiento de las exportaciones: el RIGI preve exenciones totales a partir de los dos o tres anos de iniciado el proyecto, frente a retenciones promedio del 8% al 12% para otras companias. En materia de IVA, el regimen permite la cancelacion mediante Certificados de Credito Fiscal, un mecanismo mas agil que los complejos regimenes de saldos a favor, IVA diferido o reintegros que deben gestionar las empresas locales.
La garantia de estabilidad normativa por 30 anos para los proyectos RIGI contrasta con la alta volatilidad regulatoria y la extensa burocracia que enfrentan las PyMEs. Focus Market registra que abrir una empresa en Argentina demanda en promedio 4.496 horas, y mantener la operacion formal requiere otras 2.156 horas anuales, ubicando al pais entre los mas complejos de la region en carga administrativa.
El costo del financiamiento y la operacion
El informe tambien examina financiamiento y costos operativos: en 2025, 62.116 PyMEs accedieron a creditos respaldados por Sociedades de Garantia Reciproca (SGR) y fondos publicos, una cifra limitada frente a mas de 600.000 empresas registradas; ademas, el 77% de quienes acceden son microempresas. En contraste, los proyectos RIGI obtienen financiamiento directo de capital externo sin las restricciones del mercado local.
En costos operativos, la tarifa industrial de energia promedia 96 dolares por MWh, superior a niveles mas competitivos de la region. A esto se suman presiones sindicales y la rigidez de convenios colectivos. Las PyMEs dependen en gran medida de insumos importados y enfrentan un acceso a divisas condicionado por declaraciones juradas, plazos y regulaciones del Banco Central, mientras que el RIGI garantiza libre disponibilidad y liquidacion de divisas.
Este contraste muestra una desventaja estructural que limita el crecimiento de las pequenas y medianas empresas y plantea la urgencia de disenar un esquema de incentivos equivalente que canalice recursos hacia la produccion local y fortalezca el empleo.
Hacia un regimen de incentivo pyme
Frente a ese panorama, el informe propone avanzar en un regimen de incentivos para empresas locales. La iniciativa RIMI, presentada en noviembre de 2024, propone un “RIGI PyME” con inversiones desde 150.000 dolares para microempresas hasta 30 millones para medianas y grandes, y beneficios como amortizacion acelerada y devolucion anticipada de IVA; el proyecto todavia no fue tratado en la Camara de Diputados.
Focus Market plantea que un regimen orientado a PyMEs deberia apoyarse en seis pilares para equilibrar la competitividad. Primero, simplificacion tributaria para unificar cargas y eliminar impuestos en cascada, reduciendo las mas de 900 horas anuales que las empresas dedican a tramites impositivos. Segundo, estabilidad fiscal por al menos 10 anos para brindar previsibilidad y evitar cambios abruptos en tributacion.
El tercer pilar es el acceso efectivo al credito, con lineas en moneda local y extranjera para disminuir la dependencia de recursos propios. El cuarto propone incentivos por reinversion, como la exencion o diferimiento del impuesto a las ganancias sobre utilidades reinvertidas en capital productivo o innovacion. El quinto impulsa facilidades para exportar y para la vinculacion con proveedores locales, mediante desgravaciones temporales y beneficios a quienes provean a grandes proyectos. Finalmente, el sexto eje promueve la transicion digital y la capacitacion, apoyadas por creditos fiscales.
El potencial economico de estas medidas es relevante: Focus Market estima que el ahorro privado fuera del sistema formal supera los 250.000 millones de dolares; captar entre el 5% y el 10% de esos fondos mediante incentivos adecuados podria canalizar entre 12.000 y 25.000 millones de dolares hacia inversion productiva local, generando empleo formal y mayor competitividad.
Di Pace concluye que la experiencia del RIGI muestra que los incentivos bien disenados funcionan y que el reto es trasladar esa logica a las PyMEs, convirtiendo la desigualdad en oportunidad y transformando el ahorro privado inactivo en un motor de crecimiento sostenible.
El director de la consultora advierte que mientras el RIGI PyME permanezca postergado en el Congreso la brecha entre grandes inversores y empresas locales continuara, limitando el desarrollo de un sector que sostiene mas de la mitad del empleo formal. El camino hacia un crecimiento inclusivo depende de traducir esa potencialidad en politicas concretas que movilicen recursos ociosos hacia inversion, empleo y competitividad.


