1 de diciembre de 2025
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Veredas de Cordoba inaccesibles para personas en silla de ruedas

La falta de condiciones adecuadas para el transito peatonal en la ciudad de Cordoba es una problematica cronica que pone en riesgo a miles de personas cada dia, en especial a quienes tienen movilidad reducida, las personas mayores o quienes usan silla de ruedas.

El ultimo relevamiento de la fundacion Relevando Peligros fue realizado hace mas de una decada, y su vicepresidente, German Vicentini, aseguro que la situacion no mejoro. El estudio mostro que el 69 % de las manzanas de la Capital carece de las rampas que deberian existir; de las pocas pendientes disponibles, solo el 13 % esta en condiciones optimas y el 50 % presenta superficies resbaladizas.

Estas deficiencias en la infraestructura basica se suman a otros obstaculos habituales: baldosas rotas, desniveles pronunciados, cazuelas de arboles profundas, carteleria que invade la linea de edificacion y accesos a cocheras que no cumplen la normativa. Todos estos factores generan un recorrido altamente riesgoso para las personas que se desplazan a pie.

En primera persona: la lucha de las personas en silla de ruedas

Cansados de afrontar estos peligros a diario, un grupo de jovenes que usa silla de ruedas decidio intervenir por su cuenta ante la falta de respuesta de las autoridades. En la interseccion de 9 de Julio y Rodriguez Pena, frente al Colegio Carbo, miembros de la organizacion Derechos sobre Ruedas repararon por su cuenta un tramo completamente intransitable. La agrupacion, sin fines de lucro, trabaja por los derechos de las personas con movilidad reducida.

La iniciativa nacio de la necesidad de poder transitar la zona sin lesionarse. Marcos Rodriguez, integrante de la organizacion, conto que en muchas ocasiones tuvieron que avanzar “por la calle en contramano”, exponiendose al riesgo de un choque. Relataron ademas que presentaron notas formales solicitando la reparacion de la vereda, pero no obtuvieron respuesta; vecinos indicaron que el deterioro llevaba entre 15 y 20 anos.

El grupo compro cemento y arena para rellenar al menos ocho pozos profundos en el sector de Plaza Colon, y cargaron los materiales en sus faldas y en los reposapies de sus sillas para llevarlos hasta el lugar. Carlos Figueroa, otro miembro, describio la realidad cotidiana: “Aca sentimos los baches de verdad. Si no los tapamos nosotros, nos caemos con la silla”. Relataron que un companero sufrio recientemente una caida en esa misma vereda, con lesiones y danos en su equipo de movilidad.

El trabajo realizado busca visibilizar algo mas que la urgencia de tapar un bache. Carlos explico que repararon las veredas tambien para demostrar su capacidad laboral: ninguno tiene empleo formal y sobreviven con changas -unos hacen carpinteria, otros mecanica- y quieren mostrar que su desempeno es equivalente al de cualquier persona que se desempena de pie. Marcos destaco que, pese a usar sillas, la eficacia y el resultado de su trabajo no difieren de los de una persona de pie, y que con voluntad no hay barreras insalvables.

“No es que queramos hacer el trabajo del municipio, pero si no lo hacemos nosotros, nadie lo hace y seguimos arriesgando la vida todos los dias”, senalo Carlos. Las carencias no se limitan al centro: varios integrantes viven en barrios sin veredas ni asfalto, lo que complica aun mas su vida diaria. Cuando llueve deben pedir ayuda y luego limpiar las ruedas de las sillas para no ensuciarse.

Marcos menciono que las ruedas de una silla de movilidad son caras y dificiles de conseguir en Argentina, por lo que cualquier rotura es un problema grave. La falta de caminos seguros expone a las personas al peligro y encarece su movilidad, limitando la autonomia. “El problema es que si no tenemos sillas en condiciones, no vamos a salir, no vamos a salir a trabajar, no vamos a ir al medico”, reflexiono.

Desde la Universidad Nacional de Cordoba (UNC), el Observatorio Urbano Cordoba (OUC) elaboro un indice llamado “caminabilidad” para medir la calidad del transito peatonal. El analisis del OUC confirmo que, en el centro de la ciudad, las veredas no estan en condiciones adecuadas para la circulacion.

El indice de caminabilidad se construye a partir de cuatro dimensiones: calidad ambiental, seguridad vial-peatonal, conectividad y actividad comercial, e infraestructura urbana. Evalua la capacidad de las vias para garantizar un desplazamiento seguro y agradable, independientemente de la edad o la condicion fisica de la persona. Vicentini afirmo que un camino seguro deberia permitir un corredor libre de obstaculos de 1,20 metros de ancho y 2,10 metros de altura, parametros que con frecuencia no se cumplen.

Veredas sin inclusion: De quien es la responsabilidad?

La Ordenanza N 8116, denominada “Higiene Obligatoria en Inmuebles y Construcciones”, delega inicialmente en el frentista o propietario la responsabilidad del mantenimiento de la vereda. La normativa exige que la acera “estara en perfectas condiciones de transitabilidad” y que en caso de deterioro se exija su “inmediata reparacion”.

No obstante, el municipio mantiene un rol de fiscalizacion. La Sentencia 223 de la Camara Quinta de Apelaciones en lo Civil y Comercial reconocio que, aun cuando la obligacion primaria recae en el frentista, la Municipalidad conserva una “guarda juridica” sobre las aceras. Segun el articulo 2340, inciso 7, del Codigo Civil, las veredas forman parte del dominio publico municipal.

Por eso, si el mal estado de la via publica representa un riesgo que provoca un accidente, la Municipalidad puede ser civilmente responsable si omite su deber de supervision e intervencion. La falta de cumplimiento del “deber de policia” implica que el Estado debe contar con un sistema de control activo, no meramente pasivo.

En cuanto a las rampas, el Codigo de Edificacion municipal establece caracteristicas tecnicas obligatorias: deben ubicarse en las esquinas, tener un ancho minimo de 0,90 metros, una pendiente maxima del 12 % y contar con solado antideslizante.

Aunque la Municipalidad anuncio la construccion de mas de 800 rampas desde 2022 y licito obras por casi 150 millones de pesos, desde Derechos sobre Ruedas senalan que muchas de estas rampas presentan deficiencias en diseno, inclinacion y materiales, lo que contraviene el Decreto 463/96, Art. 2.2.3.1.10.

La accesibilidad plena es un derecho fundamental que exige soluciones estructurales y sostenidas, no solo medidas simbolicas o temporales. El ejemplo de los jovenes que repararon sus propias veredas pone de relieve que la inclusion requiere acciones inmediatas para garantizar un transito seguro en la ciudad. Mientras la sociedad avanza, la infraestructura urbana de la capital cordobesa sigue imponiendo barreras que afectan la supervivencia y la dignidad de muchas personas.

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