El papa León XIV concluye este domingo una visita de cuatro días a Turquía, que combinó gestos ecuménicos y llamados a la unidad para la minoría cristiana y el mundo ortodoxo, antes de continuar su viaje hacia Líbano.
Es el primer viaje internacional del pontífice, de origen estadounidense y peruano, desde que asumió la dirección de la Iglesia católica en mayo. Durante su estancia en Turquía se reunió con el presidente Recep Tayyip Erdogan y presidió en la ciudad de Iznik un rito ecuménico para conmemorar los 1.700 años del Primer Concilio de Nicea, un hito histórico relevante para la búsqueda de consensos en el cristianismo.
El sábado celebró en Estambul una misa multitudinaria bajo la lluvia, que reunió a fieles y peregrinos de distintas regiones. Para el domingo tenía programada una oración en la Catedral Apostólica Armenia y la presidencia de una liturgia en la Iglesia Patriarcal de San Jorge.
León XIV y el patriarca Bartolomeo I, máxima referencia de la Iglesia ortodoxa, compartieron un almuerzo y firmaron una declaración conjunta en la que se comprometen a explorar “pasos nuevos y valientes en el camino hacia la unidad” y a trabajar por una fecha común para la celebración de la Pascua entre católicos y ortodoxos, actualmente desfasada.
Aunque persisten diferencias doctrinales que datan del Gran Cisma de 1054, el tono del encuentro fue de apertura y acercamiento. Ese gesto adquiere mayor relevancia en un momento en que el mundo ortodoxo vive nuevas fracturas, agravadas por la guerra en Ucrania y el distanciamiento entre los patriarcados de Moscú y Constantinopla.
León XIV se suma a la lista de papas que han visitado Turquía —entre ellos Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco— en un país de mayoría musulmana donde la comunidad cristiana, de alrededor de 100.000 fieles, suele tener escasa visibilidad pública.
Al mediodía el papa partirá de Estambul hacia Beirut, donde permanecerá hasta el martes. En Líbano, un país plural afectado por crisis acumuladas —devaluación económica, la explosión en el puerto de la capital en 2020 y recientes enfrentamientos entre Hezbollah e Israel—, se espera que su mensaje enfatice la esperanza y la convivencia. La comunidad local, que aguarda su llegada, considera a León XIV un interlocutor relevante para el diálogo en un entorno regional incierto.
Desde el Líbano, el grupo chií Hezbollah dio la bienvenida al papa. En una carta difundida a los medios expresó su “más cordial y profunda apreciación” por la presencia del pontífice y, en términos políticos, le solicitó que rechace las acciones militares de Israel contra el país.
Dirigida a “su santidad, el papa León XIV, con todo el respeto”, la misiva subraya la riqueza de la diversidad religiosa en Líbano, valora los mensajes del pontífice sobre los derechos humanos y exige su respeto, y condena la ofensiva israelí en Gaza contra Hamás, a la que califica de “genocidio”, así como los ataques de Israel en territorio libanés.
(Con información de AFP y EFE)


