Cuando un perro apoya la pata sobre la pierna, el brazo o la mano de su dueño sin que se lo pidan, no es solo una forma de pedir atención: es un gesto dentro de un sistema de comunicación canina que puede expresar desde una solicitud concreta hasta una necesidad emocional, como buscar afecto o consuelo.
Según Irith Trietsch Bloom, adiestradora canina certificada y miembro del Consejo Asesor de Daily Paws, este comportamiento se origina en la etapa de cachorro, cuando los perros aprenden pronto que el contacto con determinadas partes del cuerpo puede dar resultados positivos.
Como explica Kristi Valentini, los cachorros descubren, por ejemplo, que tocar las tetillas de la madre provoca la salida de leche. Más tarde trasladan ese aprendizaje a otros contextos: tocan la pierna de una persona, un juguete o una puerta para comprobar cuándo ese gesto les resulta útil, y la conducta se refuerza si reciben una respuesta favorable.
El American Kennel Club (AKC) describe este movimiento como una forma de “manding”, término del análisis conductual que alude a una petición o demanda. En palabras de la doctora Mary Burch, directora del Programa Familiar Canino del AKC: cuando un perro pone la pata sobre ti suele ser una señal de comunicación y no siempre significa lo mismo.
De forma similar a como una persona levanta la mano para intervenir en una conversación, los perros usan la pata para iniciar un intercambio y transmitir un mensaje.
¿Por qué los perros apoyan la pata en sus dueños?
Los motivos más habituales son la búsqueda de atención, la petición de comida, el deseo de jugar o la necesidad de salir al exterior.
Burch señala que los perros usan el lenguaje corporal para expresar necesidades concretas. Si los dueños responden con caricias, comida o permitiendo que el animal salga, la conducta se refuerza. El AKC advierte que, si se recompensa siempre con premios o comida, el perro puede volverse insistente para lograr lo que quiere.
El contacto a través de la pata también puede ser una muestra de afecto: comparable a un abrazo humano, puede expresar cariño, consuelo o alegría por el reencuentro. Muchos perros simplemente buscan caricias o la cercanía de su dueño; Burch pone como ejemplo a su propio perro, que coloca la pata para pedir que continúe acariciándolo cada vez que ella se detiene.
Asimismo, este gesto puede aparecer en situaciones de miedo, ansiedad o malestar. Ruidos fuertes, la inminente partida del dueño o visitas inesperadas pueden llevar al animal a buscar consuelo mediante el contacto físico. En esos casos suele acompañarse de otros signos de inquietud, como respiración agitada o la cola baja, y los expertos recomiendan responder con calma, palabras tranquilizadoras y caricias para ayudar al perro a sentirse seguro.
Diferencias individuales entre cada mascota
No todos los perros usan la pata con la misma frecuencia ni con las mismas intenciones. El AKC señala que algunos animales son más independientes y rara vez buscan contacto físico para llamar la atención, mientras que otros son más demandantes y recurren a este gesto con mayor frecuencia.
Estas diferencias dependen de la personalidad del ejemplar, sus experiencias previas, la raza y la respuesta recibida por parte de sus dueños. Bloom señala que razas como huskies siberianos, akita, samoyedos, caniches y bóxers suelen mostrar esta conducta con mayor propensión.
Entender el significado detrás de este gesto ayuda a los dueños a interpretar mejor las necesidades y emociones de sus compañeros de cuatro patas y, en consecuencia, a fortalecer el vínculo entre ambos.
