2 de diciembre de 2025
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Estudio arqueológico revela mayor inclusión en la Antigüedad

Durante mucho tiempo se ha sostenido que, en la Antigüedad, las sociedades griegas y romanas practicaban un abandono sistemático de las personas con diferencias físicas.

Esa visión, alimentada por ideales de perfección y fortaleza, está siendo revisada a partir de hallazgos arqueológicos y análisis académicos recopilados por National Geographic que muestran una realidad más compleja e, en ocasiones, más inclusiva.

El mito del abandono tiene raíces antiguas en la tradición occidental. Autores y filósofos como Plutarco, Platón y Aristóteles promovieron la idea de que la excelencia física era un valor social importante.

Plutarco describió una práctica en Esparta en la que los recién nacidos eran presentados ante un consejo de ancianos y aquellos considerados “deformes” o de “baja cuna” eran expuestos al exterior para morir.

Según la investigadora Martina Gatto, de la Universidad de Roma, esta imagen influyó en episodios históricos posteriores, sirviendo de justificación para políticas eugenésicas y prácticas de exterminio; un ejemplo citado es la referencia de Adolf Hitler en 1929 a la supuesta política espartana de infanticidio selectivo. La especialista Debby Sneed, de California State University, Long Beach, advierte que esa idea ha sido empleada con fines gravemente perjudiciales.

Nuevas evidencias arqueológicas

Investigaciones arqueológicas más recientes contradicen esa narrativa simplificada. En la ciudad romana de Heraclea Sintica, en la actual Bulgaria, un equipo encabezado por Viktoria Russeva y Lyuba Manoilova excavó los restos de seis personas atrapadas en cisternas tras un terremoto del siglo IV d.C.

El análisis antropológico identificó que uno de los jóvenes, denominado 2N, presentaba múltiples anomalías en los huesos compatibles con el síndrome de Apert, una condición genética presente desde el nacimiento que afecta el desarrollo del cráneo, el rostro, las manos y los pies.

Este individuo habría dependido de otras personas para alimentarse y desplazarse, y habría sobrevivido gracias al apoyo de su entorno. Los investigadores consideran que, en términos actuales, se trataría de una persona con discapacidad.

El contexto indica que el grupo intentaba huir del desastre y que al menos una de las personas que lo acompañaban procuró ayudarle a escapar. Como señala el estudio citado por National Geographic, ese comportamiento cuestiona la presunción de que las personas con discapacidad carecían de valor social y eran sistemáticamente abandonadas en la Roma antigua.

La discapacidad en Grecia y el papel de la solidaridad

La revisión de evidencias procedentes de la antigua Grecia también ofrece matices importantes. En el pozo de huesos del Ágora de Atenas, datado en el siglo II a.C., se recuperaron los restos de más de 450 infantes, muchos de los cuales murieron sin un enterramiento formal. Entre ellos se identificaron casos de malformaciones congénitas, como un lactante con anomalías en las extremidades y otro con hidrocefalia.

De acuerdo con los estudios citados por Sneed, estos niños recibieron cuidados y atención médica hasta el momento de su muerte natural en lugar de ser abandonados. También se han documentado dispositivos de alimentación adaptados y prácticas médicas dirigidas a infantes con discapacidades.

Sneed subraya que, aunque la exposición y el abandono infantil existieron en Grecia y Roma, las motivaciones frecuentemente fueron económicas más que basadas en la apariencia física. “No es preciso afirmar que la exposición infantil se motivara principalmente por la discapacidad o el aspecto del bebé”, señala, y recuerda que hay registros de médicos griegos especializados en el cuidado de afecciones como el pie zambo o malformaciones de las extremidades.

Estos descubrimientos y análisis recopilados por National Geographic matizan la idea de que el infanticidio o el abandono fueran normas generales frente a la discapacidad en la Antigüedad. Si bien algunos pensadores idealizaron sociedades sin personas con discapacidad, la evidencia arqueológica muestra que muchos niños con diferencias físicas llegaban a la edad adulta y recibían apoyo familiar y comunitario.

La investigación en Bulgaria ejemplifica que, incluso en situaciones de crisis, las familias romanas optaron por proteger e incluir a sus miembros con discapacidad en lugar de descartarlos. National Geographic concluye que esta perspectiva invita a replantear la historia de la inclusión y el trato hacia la discapacidad, sugiriendo que la solidaridad y el cuidado formaron parte de la experiencia humana desde épocas antiguas.

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