A los 88 años, Morgan Freeman permanece activo en el cine, combinando papeles protagonistas con su reconocida labor como narrador de voz grave.
Con más de seis décadas de carrera, el actor estadounidense ha forjado una reputación de constancia y versatilidad poco común en Hollywood. En entrevistas recientes con CNBC y AARP, Freeman explicó los principios que, según él, le permiten mantenerse en forma física y mental, y compartió su visión sobre la vejez, el éxito y el porvenir.
Consejos de Morgan Freeman para la longevidad
Sin plantearse la jubilación, Freeman dijo a AARP que envejecer de forma activa pasa por la constancia y por una disposición diaria a mantenerse en movimiento. Resume su enfoque con un lema sencillo: “Seguir adelante”.
Al mencionar la inspiración que le brinda su amigo Clint Eastwood, de 95 años, citó la frase atribuida al director —“No dejes entrar al viejo”— para ilustrar que la verdadera batalla se libra primero en la mente.
Su rutina matutina incluye levantarse temprano, hacer ejercicios en el gimnasio, tomar vitaminas y medicamentos recetados, y evitar la inactividad. “Seguir moviéndote. Ese es el secreto de todo”, afirmó en la entrevista.
Freeman relaciona esta actitud con la experiencia de personas centenarias y adultas mayores de distintas culturas que recomiendan no entregarse al retiro pasivo, sino mantenerse activos.
Además, vincula su enfoque con el ikigai japonés: encontrar un propósito y mantener ocupaciones significativas a diario ayuda a conservar la motivación y la energía necesarias para una vida larga y plena.
El golf como motor de bienestar físico y emocional
En su tiempo libre, Freeman practica golf, que considera un ejercicio completo: caminar, agacharse, girar y golpear, movimientos que contribuyen a preservar la movilidad y la vitalidad en la edad avanzada.
Señala que el ritmo y la dinámica del golf lo hacen adecuado para quienes desean mantenerse ágiles y activos en la madurez. Próximo a cumplir 90 años, admite que una de sus preocupaciones es si podrá seguir jugando al golf, y confiesa: “¿Seguiré jugando al golf? Esa es la pregunta”, lo que refleja su deseo de continuar disfrutando sus pasiones.
A lo largo de su carrera, Freeman ha recibido numerosos reconocimientos, incluido un Óscar en 2005, premios del Sindicato de Actores y múltiples nominaciones a los Globos de Oro y los BAFTA.
A pesar de los honores, aseguró a AARP que los premios no le cambiaron: “No me cambió en absoluto. Desde el principio supe que eventualmente tendría uno. No me cambió. Espero que no me haya cambiado”.
Su consejo a las nuevas generaciones de actores es no dejarse influenciar por el éxito ni por los halagos. Según Freeman, un galardón como el Óscar puede traducirse en mejores salarios u oportunidades, pero advierte: “No dejes que tu ego te domine”. Resalta la humildad y la autenticidad como claves para una carrera duradera.
Mirada al futuro y lecciones de perseverancia
Freeman define su voluntad de “seguir adelante” como una actitud que lo impulsa a proyectarse hacia el futuro. Su principal motivación es poder seguir practicando sus pasiones, especialmente el golf, y participar en proyectos artísticos. Para él, “mantenerse en movimiento” no es solo un consejo, sino una condición esencial para una vida satisfactoria.
El ejemplo y las palabras de Morgan Freeman sintetizan una filosofía basada en la perseverancia, el propósito, la actividad y la modestia, principios que, según declaró en entrevistas con CNBC y AARP, son la mejor fórmula para un envejecimiento activo y una existencia auténtica.


