Ladrones eran los de antes, ahora solo quedan rastreros que buscan los lugares más abandonados y las victimas más vulnerables. Esa combinación existe, el partido de Esteban Echeverría, entregado por el intendente Fernando Gray a las bandas organizadas; y los trabajadores del delivery, que se ganan el mango laburando en la calle horas y horas. En Monte Grande, este jueves le tocó a un muchacho que fue atacado por una manada de sucios.
Ocurrió pasadas las 8 de la noche en la calle Colón al 1000, cuando el repartidor llegaba a realizar una entrega. Dos motos con cuatro adefesios vieron la oportunidad y, en un segundo, se le abalanzaron arma en mano. El laburante no opuso resistencia y entregó todo.
Mientras el robo se desarrollaba, por la calle seguían transitando autos y bicicletas, normalizando la situación. No sonó ni siquiera una alarma vecinal. El barrio, como todo Esteban Echeverría, está a la deriva.


