Tras siete anos, la Coleccion Amalita presenta un nuevo guion curatorial que reorganiza y amplia su exhibicion permanente, con una seleccion de 160 obras -40 mas que en la version anterior- que prescinde de la cronologia para organizarse en nucleos tematicos e incorpora sutilezas de humor.
La propuesta busca restablecer una mirada federal y plural, integrando piezas historicas poco vistas junto con obras contemporaneas para generar tensiones entre tradicion, modernidad y culturas originarias dentro del panorama artistico nacional.
El proyecto curatorial fue desarrollado por Roberto Amigo y Leandro Martinez Depietri y se distancia de la ordenacion por epocas o movimientos que caracterizo la version anterior, realizada por Marcelo Pacheco en 2018.
Se apuesta a un recorrido menos formal y mas ludico, evitando las lecturas historicistas y canonicas que tienden a convertir a los museos en espacios cerrados.
Para ello se incorporaron, en calidad de prestamo, obras externas al acervo: piezas de las colecciones privadas de Barbara Bengolea, Amalia Amoedo y los hijos de Alejandro Bengolea, herederos del legado de la fundadora. Como homenaje y decision curatorial, la obra que recibe al visitante al bajar la escalera mecanica es el retrato que Andy Warhol realizo por encargo de Amalia Lacroze de Fortabat.
La muestra ocupa el primer y segundo subsuelo del edificio y esta organizada en 11 nucleos conceptuales: Accion de Arte; Telas americanas; Espectro y tormenta; Pampa gringa; Pueblo y nostalgia; Visiones; Mitos; Arlequin – La isla; Milagro; Invasiones; y Sobre el goce.
Cada nucleo propone articulaciones de lectura que vinculan pasado y presente, mostrando como determinadas problematicas sociales, politicas y tematicas reaparecen a lo largo del tiempo con distintos enfoques.
La decision de evitar el orden cronologico responde al objetivo de activar nuevos dialogos entre obras contemporaneas e historicas, estableciendo cruces que pueden moverse entre la literalidad y la parodia, segun describen los curadores.
En ese sentido, el nucleo inicial, “Accion de Arte”, busca recuperar el valor del trabajo de los artistas, uno de los ejes centrales de la puesta.
Ademas de rescatar obras poco exhibidas, la curaduria procura restablecer el caracter federal de la coleccion, incorporando material procedente de distintas regiones y colecciones privadas.
En “Accion de Arte” destaca la pieza de Ramon Gomez Cornet de 1921, una accion vanguardista que provoco rechazo en su momento y que anticipo debates posteriores sobre la modernidad plastica argentina.
Esta obra inaugura un recorrido por el sincretismo entre tradiciones europeas y americanas, complementado con trabajos de artistas como Fray Guillermo Butler, Alejo Vidal Quadras, Aldo Sessa, Cristina Schiavi, Guillermo Iuso, Marcelo Pombo, Luis Frangella, Nicola Costantino, Carlos Alonso, Liliana Porter, Candido Lopez, Hector Basaldua, Xul Solar, Romulo Maccio, Antonio Segui, Horacio Butler, Fortunato Lacamera, Juan Carlos Castagnino, Ricardo Garabito, Raul Russo y Emilio Centurion.
En “Telas americanas” la muestra aborda la persistencia de los tejidos y las tradiciones indigenas frente a la colonizacion y la industrializacion, entendiendo el textil tanto en su dimension material como simbolica.
Martinez Depietri subraya en este nucleo el debate historico entre bellas artes y artes aplicadas, y como la representacion de la cultura material en la pintura del siglo XIX contribuyo a resolver esa tension.
La seccion reune obras de artistas como Fernando Fader, Cesareo Bernaldo de Quiros, Feliciano Centurion, Claudia Alarcon, Gabriel Alarcon y Lino Enea Spilimbergo, y concluye con Zamba de Antonio Berni para mostrar que el tejido es trama social y que la ficcion nativista se revela desde la mirada de familias campesinas y migrantes.
La tension entre lo moderno y lo historicista atraviesa otros nucleos, en particular en la representacion de la violencia y la domesticacion del territorio, desde el paisaje pampeano hasta la construccion de identidades nacionales y familiares.
Ese abordaje se desarrolla en los nucleos “Espectro y tormenta”, “Pampa gringa” y “Pueblo y nostalgia”, donde la nocion de paisaje se piensa como espacio de conflicto y transformacion.
Amigo destaco la obra Tormenta en la Pampa de Yuyo Noe, que no solia exhibirse pero que aqui ocupa un lugar central como detonante para repensar la representacion del espacio pampeano lejos de la imagen bucolica tradicional.
Esta perspectiva se amplia a traves de confrontaciones entre obras como La cautiva de Juan Manuel Blanes y los grabados de Leonie Matthis, que ayudan a visibilizar conflictos y abrir nuevas lecturas.
En este conjunto aparecen tambien Jean Leon Palliere, Henry Sheridan, Prilidiano Pueyrredon, Carlos Morel, Jorge Macchi, Rugendas, Ripamonte, Santiago Garcia Saenz, Pablo Suarez, Della Valle, Molina Campos, Collivadino, Figari, Benedit, Marcia Schvartz, Soldi, Quinquela Martin, Emilia Gutierrez, Jorge de la Vega, Castagnino, Leopoldo Presas, Carlos Alonso y Libero Badii.
La dimension mitica y religiosa ocupa un lugar importante en “Visiones” y “Mitos”, con obras de artistas como Leandro Katz y Xul Solar que, segun Martinez Depietri, dialogan con tradiciones americanas aun cuando esas referencias no sean siempre explicitas.
El recorrido establece conexiones entre el interes etnografico de Xul Solar y el calendario lunar maya, el constructivismo de Torres Garcia y las busquedas de artistas como Alejandro Puente y Marcelo Bonevardi, quienes empezaron a pensar lo americano desde el exilio. Tambien se incluyen obras de Juan Grela, Alicia Penalba, Oscar Paez, Eduardo Esquivel, Ernesto Deira, Raquel Forner, Leon Ferrari, Gustavo Marrone y Mildred Burton.
En la sala denominada “Milagro” o “capilla” se recupera la presentacion original de la emblematica obra de la Difunta Correa de Antonio Berni, expuesta en penumbras para enfatizar su potencia, en dialogo con otra obra de caracter religioso de Jean Leon Palliere.
Un cambio relevante es la integracion de la Coleccion Bengolea, trasladada del primer al segundo subsuelo; mantiene los artistas que la conforman, con una renovacion de piezas, y permite liberar una nueva sala para exhibiciones temporarias, fomentando un recorrido mas completo por la oferta del museo en Puerto Madero.
En “Arlequin – La isla” se plantea el contraste entre la abstraccion americana y la europea: lineas informalistas y propuestas Madi funcionan como una isla abstracta dentro de una coleccion mayormente figurativa, con obras de Pettoruti, Roberto Aizenberg, Juan del Prete, Yente, Gyula Kosice y Mariela Scafatti.
El nucleo “Invasiones” aborda la emergencia de las neovanguardias y su dialogo con Europa y Estados Unidos, incluyendo referentes como Norberto Gomez, Kenneth Kemble, Romulo Maccio, Alberto Heredia, Nicolas Garcia Uriburu y Marta Minujin, y muestra como el arte incorpora elementos de la cultura de masas, los objetos industriales y estrategias publicitarias para criticar la sociedad de consumo y representar violencia, fragmentacion y contaminacion.
Finalmente, “Sobre el goce” plantea preguntas sobre la representacion del placer y su dimension colectiva, con obras de Laura Codega, Antonio Alice, Aid Herrera, Florencia Bohtlingk, Florencia Rodriguez Giles y Valentin Thibon de Libian, entre otros.
El nuevo guion curatorial de la Coleccion Amalita ofrece una forma renovada de recorrer un legado ampliado, gracias a aportes de colecciones familiares, y permite abordar problematicas recurrentes del arte argentino, desde la practica artistica hasta las construcciones sociales y miticas.
La propuesta pone la tradicion y la historia en dialogo con obras vivas, actualizandolas y rompiendo con enfoques estancos, e invita al publico a una experiencia activa y ludica frente a cada nucleo tematico.
La exposicion puede visitarse de jueves a domingos, de 12:00 a 20:00, en el primer y segundo subsuelo de la Coleccion Amalita, Olga Cossettini 141, CABA. El valor de la entrada es $6000, con tarifa reducida de $3000 para menores de 12 anos, jubilados, estudiantes y docentes con acreditacion.
Fotos: Gentileza Fundacion Amalita de Fortabat / Pablo Jantus


