1 de diciembre de 2025
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Misionero asesinado a flechazos por tribu canibal

En el Oceano Indico, en la Bahia de Bengala, existe la Isla Sentinel del Norte, un pequeno territorio de unos 72 kilometros cuadrados ocupado por los sentineleses y fuera de los circuitos turisticos. No es un destino visitable: el gobierno de la India mantiene una zona de exclusion de cinco kilometros alrededor de la isla para proteger a sus habitantes y porque cualquier contacto podria ser letal para ellos. Ir alli no solo es peligroso, tambien es ilegal.

Hace siete anos, un joven estadounidense de 26 anos llamado John Allen Chau decidio ignorar esa prohibicion.

El 17 de noviembre la noticia se difundio: un misionero habia muerto a flechazos en la isla. Tras el hecho surgio una historia compleja que mezcla fe, obsesion y posibles interpretaciones mesianicas. Quien era Chau y que lo llevo a exponerse hasta ese punto?

Chau tenia experiencia en expediciones y trabajos en entornos remotos: fue medico de emergencias en zonas aisladas, entrenador de futbol en el extranjero y montanista. En redes mostraba viajes por Africa y Asia. Pero, ademas de la atraccion por la aventura, profesaba una conviccion religiosa profunda: creia que debia llevar el cristianismo a pueblos que aun no habian sido contactados.

Formaba parte del grupo misionero All Nations Family y, segun investigaciones, preparo la incursion durante anos. Desde 2015 realizo al menos cuatro viajes a las islas Andaman y Nicobar para estudiar el perimetro de la Sentinel del Norte.

A mitad de octubre de 2018 llego a Port Blair con una visa de turista, y pago a cinco pescadores locales para que lo condujeran, de noche, hacia la zona prohibida.

Los pescadores recuperaron su diario de viaje, que documenta los intentos y la escalada hacia la tragedia. Ese cuaderno refleja la tension entre la fe que lo impulsaba y la realidad a la que se enfrento.

El 14 de noviembre la embarcacion llego cerca de la isla. Al dia siguiente Chau remo hasta la orilla en kayak con obsequios -pescado, una pelota de futbol, unas tijeras- e intento comunicarse con los sentineleses, incluso pronunciando frases en Xhosa. Los habitantes de la isla salieron de la jungla; sus reacciones fueron hostiles.

En su diario relato que grito: “Mi nombre es John, te amo y Jesus te ama”. Un joven de la tribu tenso un arco y disparo una flecha que atraveso la Biblia que Chau llevaba pegada al pecho, sin matarlo en ese momento.

Para muchos, aquella reaccion habria sido senal de retirada definitiva. Chau, sin embargo, interpreto el incidente como una confirmacion de su proposito y volvio al bote que lo habia acercado, aunque no por mucho tiempo.

Esa misma noche anoto en su cuaderno reflexiones contradictorias: por un lado la esperanza en su mision y por otro el miedo; escribio expresiones como “Dios, no quiero morir”.

El 16 de noviembre entrego notas finales a los pescadores y les dijo que volveria a la isla y que lo recogerian al dia siguiente; los pescadores declararon que lo vieron con vida por ultima vez el viernes.

La manana del sabado 17 de noviembre, desde la distancia, los pescadores observaron como los habitantes de la isla arrastraban un cuerpo por la playa y lo enterraban. Asi termino la incursion.

El caso provoco un amplio debate publico sobre la imprudencia individual, el alcance del proselitismo religioso y posibles actitudes de superioridad cultural. Antropologos y especialistas criticaron la accion y advirtieron del riesgo que representaba para la tribu, que no tiene inmunidad a muchas enfermedades modernas.

La familia de Chau emitio un comunicado en el que perdono a quienes lo mataron y afirmo que su hijo queria compartir su fe con los habitantes de la isla. Su madre expreso esperanza durante dias. El gobierno indio intento recuperar el cuerpo, pero fue rechazado por los sentineleses, por lo que desistio de la operacion.

Siete personas, entre ellas los cinco pescadores, fueron arrestadas por colaborar en la operacion. Los sentineleses no fueron acusados; autoridades estadounidenses confirmaron que no se presentaron cargos contra la tribu.

Con el tiempo surgio otra linea de interpretacion: y si la intencion de Chau no fue solo evangelizar, sino morir en la isla? Por que regresar despues de un ataque donde casi pierde la vida?

Investigadores analizaron las creencias del grupo All Nations Family y la correspondencia de Chau. Algunos indicaron que existia entre ellos una teologia que anticipa una gran cosecha de almas y un papel del testimonio a todas las naciones como preludio al fin de los tiempos.

En la “Declaracion de Fe” de All Nations Family se expresa la expectativa de una gran cosecha espiritual y del surgimiento de una iglesia victoriosa que predique el evangelio como “testimonio a todas las naciones, y entonces vendra el fin”.

En la interpretacion que hizo Chau, los sentineleses podian representar la “ultima nacion” pendiente en ese esquema profetico, la pieza final que precederia un desenlace escatologico.

Desde esa optica, el primer acercamiento fue un testimonio y la flecha no se vio como advertencia, sino como indicio en una narrativa mayor; la segunda incursion, conocida por el como potencialmente mortal, pudo entenderse como un acto destinado al sacrificio.

En su ultima carta a la familia, fechada el dia antes de su muerte, Chau remitio a pasajes de la doctrina de su grupo, lo que sugiere que considero su actuacion en relacion con esa expectativa religiosa.

Se planteo si se veia a si mismo como el agente que provocaria una intervencion divina o el catalizador de un cambio profetico. En su mente dejo de ser unicamente un misionero para asumirse, segun esa lectura, como actor central de un fin predicho.

Tras el caso, hubo quienes lo consideraron martir, otros lo calificaron de imprudente o perturbado. Una interpretacion coherente con los hechos es que Chau estuvo convencido de cumplir un papel profetico y acepto la posibilidad de la propia muerte en ese contexto.

Hoy, anos despues, la isla sigue cerrada y su interior permanece fuera del alcance de foraneos. Las huellas de aquel episodio se borraron en la playa y la vegetacion recupero el lugar. Los sentineleses continuan alli, sin relacion con los debates publicos, y la pregunta que persiste es por que Chau llego a desear con tanta intensidad implicarse hasta ese extremo.

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