El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmo que autorizara la venta de aviones de combate F-35 Lightning II a Arabia Saudita, un acuerdo que se espera formalizar durante la visita del principe heredero Mohammed bin Salman a la Casa Blanca.
“Si, dire que lo haremos, que venderemos F-35”, respondio Trump al ser consultado sobre el posible trato durante un acto en el Despacho Oval.
La iniciativa representa un cambio significativo en la politica estadounidense hacia Arabia Saudita, que en anos recientes no habia tenido el mismo nivel de acceso a tecnologia de defensa que otros aliados regionales.
Trump afirmo que los saudies valoran positivamente a Estados Unidos, mencionando entre las razones el apoyo estadounidense para contrarrestar el desarrollo nuclear de Iran.
Los F-35, fabricados por Lockheed Martin, son considerados aviones de quinta generacion por su sigilo, sensores integrados y capacidades para operar en entornos de alta amenaza; su adquisicion supondria un avance tecnico importante para la fuerza aerea saudi.
Fuentes del Pentagono indican que la solicitud de Riad para comprar hasta 48 unidades ha superado un obstaculo clave dentro del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
En la agenda de la visita figura tambien la expectativa estadounidense de que Arabia Saudita normalice relaciones con Israel y se incorpore a los Acuerdos de Abraham, iniciativa impulsada por Trump; bin Salman ha condicionado esa opcion a avances hacia la creacion de un Estado palestino.
La posible venta de cazas se presenta junto a otros posibles acuerdos entre ambos paises: inversiones saudies en Estados Unidos, pactos energeticos -incluido gas natural licuado- y una mayor cooperacion militar.
En mayo, Trump y bin Salman se reunieron en Medio Oriente y anunciaron un paquete de cooperacion armamentistica e inversiones que sirvio de antecedente a las negociaciones actuales.
No obstante, la propuesta genera controversia y obstaculos. Expertos y organismos de defensa estadounidenses advierten que vender F-35 a Arabia Saudita podria alterar el equilibrio militar en la region y afectar la “ventaja cualitativa militar” que Washington mantiene con Israel.
Otra preocupacion es la relacion entre Riad y Pekin: Washington exige garantias para que la transferencia de tecnologia avanzada no beneficie a China, un socio militar y tecnologico de Arabia Saudita en varios ambitos.
Un analisis de la Foundation for Defense of Democracies sostiene que, antes de entregar los F-35, EEUU debe resolver las inquietudes sobre China, cumplir la legislacion aplicable y exigir que Arabia Saudi normalice sus relaciones con Israel.
En Israel, donde los F-35 estan operativos desde hace anos, la posible venta a Arabia Saudita ha generado inquietud. Un editorial de The Jerusalem Post califico la iniciativa de peligrosa y pidio al Congreso que bloquee el acuerdo, cuestionando la fiabilidad de entregar sistemas avanzados a un regimen autocratico.
Medios israelies informan que Jerusalen condiciona su aceptacion a que cualquier acuerdo vaya acompanado de una normalizacion diplomatica concreta entre Riad e Israel; sin ese paso, advierten, la venta podria debilitar la posicion estrategica israeli.
Para Arabia Saudita, la compra encaja en su plan de modernizacion militar dentro de la Vision 2030 y en su objetivo de reforzar su autonomia estrategica en el Golfo; contar con tecnologia de punta tendria ademas un impacto simbolico y geopolitico.
La visita del principe heredero se produce en un momento en que ambos paises buscan aprovechar oportunidades: EEUU para reafirmar su influencia en el Golfo frente al avance de China y Rusia, y Arabia Saudita para recuperar margen de maniobra tras anos de ambivalencia. El resultado podria influir en la arquitectura estrategica de la region.
Pendientes de resolver quedan preguntas clave: que condiciones operativas acompanaran la entrega, como se gestionaran los riesgos tecnologicos y de transferencia, y si el Congreso estadounidense aprobara sin reservas un contrato de esta magnitud dada la situacion de los derechos humanos y la libertad de prensa en Arabia Saudita.
