1 de diciembre de 2025
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Vince Gilligan y Rhea Seehorn brillan mientras Pluribus divide opiniones

Vince Gilligan disfruta asumir riesgos narrativos. Durante la produccion de Breaking Bad y Better Call Saul, escribio y filmo saltos temporales sin un plan fijo y luego, junto a su equipo, busco explicaciones convincentes; el ejemplo mas conocido es la ametralladora al inicio de la quinta temporada de Breaking Bad. “Eso fue lo que mas recuerdo que nos asusto, porque lo hicimos, me comprometi con eso”, declaro a Variety refiriendose al decimo aniversario de la serie. “Una de las cosas mas tontas que he hecho en mi carrera fue comprometerme con la idea de que Walter White comprara una ametralladora cuando no sabiamos que iba a hacer con ella”.

Gilligan ha dicho en varias ocasiones que no tenia claro el final de Breaking Bad; encontrar un uso para esa ametralladora ayudo al equipo a decidir el cierre de la serie. Ese metodo arriesgado, colaborativo y -en sus palabras- “organico” le rindio enormes resultados: es una figura clave tanto por Breaking Bad como por cocrear Better Call Saul con Peter Gould.

Ahora presenta Pluribus, su nueva serie para Apple TV protagonizada por Rhea Seehorn. Si en Breaking Bad el reto fue transformar a Mr. Chips en Scarface, en Pluribus Gilligan se plantea algo distinto: crear una serie con escaso conflicto y casi sin dialogos.

Las dificultades se multiplican: la protagonista pasa gran parte del tiempo sola. Carol Sturka, interpretada por Seehorn, es una novelista romantica misantropa que no posee la astucia de Walter White ni el carisma de Jimmy McGill. El personaje central no busca ser ingenioso ni excesivamente introspectivo; la serie evita el tono confesional y los flashbacks tradicionales, y no muestra un progreso o transformacion dramatica evidente.

Ademas, la serie incorpora elementos de zombis o seres similares, que resultan benevolos con la protagonista.

Son restricciones complejas para una ficcion, pero el episodio piloto funciona de manera notable. Gilligan ha firmado algunos de los mejores episodios iniciales de la television reciente: mientras muchas series optan por cliffhangers, Breaking Bad expuso su historia con rapidez y decision, y mantuvo ese impulso durante gran parte de su recorrido.

El piloto de Pluribus demuestra la capacidad de Gilligan para construir y alterar mundos con rapidez. En pocas escenas se presentan el entorno de Carol, la vida intelectual de Albuquerque, su base de seguidores y su relacion tensa con Helen (Miriam Shor). Tras ello ocurre un acontecimiento que modifica la dinamica y el tono de la temporada; el episodio resulta absorbente y extenuante.

El resto de la serie adopta un ritmo distinto.

La calma posterior al piloto parece una eleccion deliberada del autor: la intensidad del primer episodio deja claro que la posterior lentitud es voluntaria. La recompensa para el espectador dependera de su tolerancia a ese tempo (y al giro final). Gilligan se interesa por la repeticion, el tedio y la busqueda de conflicto; como en Better Call Saul, muestra tareas humanas con minucia, aunque aqui la cotidianeidad de Carol hace que muchas acciones resulten mas monotonas.

El segundo episodio reduce aun mas el ritmo, aunque el trasfondo apocaliptico aporta cierto impulso. La evolucion de Carol avanza con tanta parsimonia que los encuentros y conversaciones apenas registran cambios; su aprendizaje y sus actos transcurren con lentitud y sus reacciones, con frecuencia, carecen de impacto evidente.

Gilligan concebia originalmente la serie como la historia de una persona comun tratada con una generosidad inexplicable. Harto del antiheroe clasico, planteo Pluribus como un experimento de ciencia ficcion anclado en la normalidad de una protagonista que practicamente no influye en el mundo que la rodea. Frente a la busqueda de poder de Walter White, Carol aparece apatica y aislada durante gran parte de la primera temporada.

En lo visual, la serie impresiona: la representacion de una Albuquerque silenciosa y desierta resulta sobrecogedora, y varias escenas muestran un despliegue tecnico y presupuestario notable. Da la sensacion de que Gilligan utilizo a Carol como una especie de alter ego tras sus exitos previos, y que la libertad creativa ofrecida por Apple pudo desconcertarlo.

Pluribus pone en primer plano la normalidad y la falibilidad como valores en si mismos. A lo largo de siete episodios, esa propuesta se mantiene, pero la escasez de conflictos internos o externos no basta para justificar por completo el trayecto narrativo. Queda la expectativa de que una segunda temporada encuentre el tono o el dramatismo que aqui aun no se ha concretado; en lo irrefutable, el talento de Gilligan y de Seehorn sostiene el interes inicial.

Fuente: The Washington Post

[Fotos: prensa Apple TV]

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