Mario Orlando Sandoval, que a los 85 años prestó juramento como abogado en el Salón de Actos de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, nació en 1940 cerca del Ingenio Concepción, en el departamento de Cruz Alta. En 1987 fue el primer intendente de Alderetes, una localidad al noreste de San Miguel de Tucumán. Cuarenta años después completó la carrera de Abogacía en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán. Su trayectoria es la de un hombre de campo: comenzó trabajando en el cultivo de caña de azúcar, luego en la extracción de áridos en el río Salí, pasó por la construcción y más tarde por la industria textil. Sandoval destaca el valor del estudio como forma de rebeldía juvenil y de superación para quienes provienen de familias humildes, porque permite que el currículum muestre una profesión y no solo la educación primaria. Relata que, tras terminar el secundario, su familia organizó un festejo y él anunció que pensaba inscribirse en Derecho; ante el comentario de su hijo menor —“papá, tenés 77 años”— respondió: “no importa, querer es poder”.
Juró como abogado a los 85 años


