2 de diciembre de 2025
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Fotógrafo Víctor Bugge nombrado Personalidad Destacada de la Cultura

El reportero gráfico Víctor Bugge fue declarado Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el ámbito de la Cultura en una ceremonia realizada el martes 2 de diciembre por la tarde en el Salón Dorado de la Legislatura porteña. Asistió acompañado por sus hijos, nietos y colegas. “Estoy muy emocionado”, dijo a Infobae minutos antes del acto. “Me retiré hace poco y que reconozcan mi trabajo de esta magnitud me indica que algo hice bien”, agregó.

El acto, que comenzó alrededor de las 17:30, contó con la presencia de figuras como el orfebre Juan Carlos Pallarols; el senador nacional Wado de Pedro; el fotógrafo Aldo Sessa; el periodista Julio Bazán; y Zulemita Menem. En declaraciones al medio, uno de los asistentes destacó la relación de Bugge con la política y la amistad con su padre.

Tras una breve bienvenida se proyectó un video de casi cuatro minutos preparado por el propio Bugge, una selección de imágenes que recorren hitos de la democracia argentina y que él había presentado en diciembre de 2023, al cumplirse 40 años del retorno democrático. La proyección concluyó con la interpretación del Himno Nacional.

Al terminar, Bugge subió al escenario y conversó con la legisladora María Inés Parry, impulsora del reconocimiento. Parry explicó que, además de motivos profesionales, su impulso tuvo un componente personal: como militante radical valoró las imágenes icónicas que Bugge tomó de Raúl Alfonsín. Mientras hablaban, en la pantalla se proyectó una foto joven de Bugge con el papa Francisco.

Bugge recordó sus vínculos con distintos presidentes y, entre bromas, mencionó a Carlos Menem: “Un recuerdo afectuoso para Menem, que durante diez años me soportó”. Recibió el diploma y decidió entregarlo a sus nietos. Más tarde, Juan Carlos Pallarols le entregó un bastón que había hecho para Perón en 1973 y que, según explicó, consideró oportuno que ahora cuide Bugge.

El cierre tuvo una imagen simbólica: Bugge posó con los presentes para “la foto del fotógrafo”. Antes de bajar del escenario pidió la palabra y citó a El Eternauta: “Lo viejo funciona, Juan”. Dijo que seguían sirviendo varios veteranos y rindió homenaje a la tecnología: se puso unas gafas inteligentes que le habían regalado y tomó una foto diciendo en tono distendido que luego se sabría si había salido bien.

Testigo de la historia argentina

Bugge inició su carrera en la editorial Atlántida y, en 1978, con 22 años, comenzó a trabajar en la Casa de Gobierno. Su padre, Miguel Bugge, también reportero gráfico, fue quien le transmitió la pasión por la fotografía: “Cuando le dije que quería ser reportero gráfico, me colgó una cámara al cuello y me dio una sola instrucción: ‘Sacá’”, recuerda.

Conocido como “el fotógrafo de los presidentes”, fue testigo de cuarenta años que marcaron el regreso y la consolidación de la democracia argentina. Desde la Casa Rosada documentó momentos clave: la salida anticipada de Raúl Alfonsín, el abrazo de Menem con Mandela, y el discurso de Fernando de la Rúa antes de su renuncia, entre otros. Su archivo constituye un inventario visual del país.

En julio pasado, tras casi cinco décadas de trabajo, Bugge se jubiló por decisión propia; su retiro no fue un despido, como se llegó a decir en redes. Desde entonces su rutina cambió: las urgencias y las jornadas largas dieron paso a una mayor tranquilidad. Dedica el tiempo a revisar sus imágenes y rememorar aquellas escenas. Cita la letra del tango Volver para describir ese reencuentro con el pasado.

Al revisar su archivo siente asombro por lo acumulado y por haber vivido tanto en un mismo lugar: pasó 47 años en la Casa Rosada, donde estuvo incluso durante la crisis de 2001, instalándose allí del 19 al 31 de diciembre por la intensidad de los acontecimientos. Relata anécdotas de aquellos días y de cómo su permanencia fue constante en momentos críticos.

Recuerda también el instante en que comprendió que su trabajo iba más allá de lo técnico: una foto que tomó de Videla de espaldas, mirando por la ventana hacia Paseo Colón, tuvo un impacto decisivo cuando la reveló y lo motivó a profundizar en su oficio.

Su despedida no fue una ceremonia pública; lo describe de modo casi simbólico: “Entré por Balcarce 50 y salí por Balcarce 24”. Dejó objetos y recuerdos, entre ellos un colchón usado en la guerra de Malvinas y fotografías colgadas en las paredes que, según él, permanecerán como homenaje.

“Viví para esto”

Con los años Bugge desarrolló una forma de mirar que privilegia lo auténtico sobre la pose: su objetivo fue “meterse” en los personajes para mostrar lo que él veía, buscando que la imagen se pareciera a la realidad y apelando al “momento preciso”.

Su trabajo se convirtió en un relato continuo: una imagen junto a otra construyen la historia. Asegura que ciertas fotos inmortalizaron momentos y permanecerán en la memoria por la dedicación que puso en su tarea. “Viví para esto”, afirma.

Entre las escenas que más lo marcaron están dos semanas en el Vaticano fotografiando al papa Francisco; una imagen suya reproducida en piedra en la Basílica de San Pablo; la foto de Diego Maradona en el balcón de la Casa Rosada; y un viaje a Malvinas con familiares, treinta años después de aquella salida al balcón con Galtieri. Para él, fueron círculos que pudo cerrar.

Consultado sobre cómo le gustaría ser recordado, respondió que espera que sus fotos sirvan para que, con el tiempo, las nuevas generaciones puedan interpretar etapas de la historia argentina: que sus imágenes queden disponibles como aporte documental y así cumplir su objetivo.

[Fotos: Jaime Olivos]

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