INESTABILIDAD DIPLOMÁTICA – La renuncia de Gerardo Werthein se sumó a la salida de Diana Mondino, ocurrida un año atrás. Tensiones internas, reclamos por el vínculo con Estados Unidos y filtraciones a la prensa precipitaron la decisión.
El Gobierno de Javier Milei sumó una nueva baja en su gabinete con la renuncia del canciller Gerardo Werthein, quien dejará formalmente su cargo el próximo 27 de octubre. Con su salida, ya son dos los ministros de Relaciones Exteriores que abandonan el cargo en apenas veinte meses de gestión, evidenciando la inestabilidad interna en una de las áreas clave de política exterior.
La dimisión de Werthein se produjo en medio de versiones que daban cuenta del creciente poder del asesor presidencial Santiago Caputo, cuya posible incorporación al Gabinete habría tensado aún más la relación con el empresario. “La situación era insostenible, el canciller ya estaba desautorizado”, reconocieron a Noticias Argentinas fuentes cercanas al oficialismo. Desde la Casa Rosada evitaron polemizar, pero admitieron que la relación con Werthein estaba “agotada”.
El ahora ex canciller había asumido tras la salida de Diana Mondino, quien dejó su cargo en octubre de 2024 luego de un conflicto diplomático con Estados Unidos e Israel, aliados estratégicos del Gobierno libertario. Mondino fue desplazada luego de que Argentina votara en la Asamblea General de la ONU una resolución que condenaba el embargo económico contra Cuba. La postura argentina, considerada “inaceptable” por Washington, generó malestar interno y fue interpretada como un error político. “La votación fue imperdonable”, destacó en aquel momento una fuente diplomática oficialista.
A diferencia de Mondino, la salida de Werthein no se explica por un hecho puntual sino por un acumulado de conflictos internos. El empresario fue cuestionado por su manejo del vínculo con Estados Unidos, país clave en la estrategia de inserción internacional del Gobierno. Además, en el oficialismo lo acusaban de filtrar información sensible a la prensa y de actuar con autonomía en temas estratégicos.
Con esta renuncia, Milei encara una nueva reestructuración en el Palacio San Martín en plena campaña electoral, en un contexto de fuerte tensión diplomática y creciente polarización política. El reemplazante de Werthein aún no fue anunciado oficialmente.
