El gobierno de Israel confirmó este miércoles que recibió un ataúd con restos posiblemente pertenecientes a un rehén retenido en Gaza, entregado por Hamás al Comité Internacional de la Cruz Roja en el marco del acuerdo de alto el fuego.
Según la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu, el féretro será trasladado al Centro Nacional de Medicina Forense del Ministerio de Salud y, tras los análisis correspondientes, la familia será notificada oficialmente sobre los resultados de la identificación.
Horas antes, Hamás había informado que había localizado el cadáver de uno de los dos últimos rehenes que permanecían en el norte de Gaza y que entregaría el cuerpo en cumplimiento de sus compromisos. Hasta ahora, en la Franja solo permanecían los cuerpos del soldado israelí Ran Gvili y del ciudadano tailandés Sudthisak Rinthalak, secuestrados durante la ofensiva de Hamás del 7 de octubre de 2023.
De acuerdo con el pacto, si los restos corresponden a uno de esos dos rehenes, Israel se comprometió a devolver quince cuerpos de palestinos a Gaza. Desde el inicio de las hostilidades en octubre, las autoridades israelíes han retenido en custodia cientos de cadáveres de palestinos; varios de los ya devueltos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, mostraban signos de tortura y malos tratos.
El intercambio de cuerpos forma parte del mecanismo previsto para avanzar hacia la segunda fase del acuerdo de alto el fuego, que incluye la retirada total de las tropas israelíes, el desarme de las milicias en Gaza, la reconstrucción del enclave y la creación de un gobierno tecnócrata de transición. Las negociaciones para esa etapa podrían reanudarse una vez finalice la devolución y verificación de los restos.
Militantes de Hamás y de la Jihad Islámica Palestina recuperaron este miércoles un cuerpo en Beit Lahiya, en el norte de la Franja, con la colaboración de un equipo de la Cruz Roja. Posteriormente, las Brigadas Al Quds, brazo armado de la Jihad Islámica, informaron haber hallado un cuerpo, sin precisar a cuál de los dos rehenes corresponde.
Sin embargo, las autoridades israelíes confirmaron que los restos entregados el martes por Hamás a través del Comité Internacional de la Cruz Roja no pertenecen a ninguno de los dos últimos rehenes fallecidos. El análisis realizado en el Centro Nacional de Medicina Forense determinó que “los hallazgos traídos ayer para su análisis desde la Franja de Gaza no están vinculados a ninguno de los secuestrados fallecidos”.
Las familias de los rehenes fallecidos fueron informadas sobre los resultados. El gobierno de Israel reiteró que continuará con los esfuerzos para recuperarlos hasta que puedan recibir un entierro digno en su país.
Medios palestinos señalaron que los restos fueron hallados en Beit Lahiya, aunque las autoridades israelíes no especificaron a qué se referían exactamente con “hallazgos”. En entregas anteriores, Hamás reconoció que algunos cuerpos devueltos no correspondían a cautivos, y atribuyó esas dificultades a la destrucción de los lugares de entierro y a la falta de información sobre quiénes realizaron los enterramientos.
La devolución de los cuerpos de los dos últimos rehenes constituye una de las condiciones iniciales del plan propuesto por el expresidente estadounidense Donald Trump para poner fin al conflicto en Gaza.
El fin de semana pasado, familiares y ciudadanos se concentraron en la Plaza de los Rehenes en Tel Aviv para exigir la repatriación de los últimos cuerpos retenidos. Itzik Gvili, padre de Ran, pidió que “no debe haber una siguiente fase en el actual alto el fuego en Gaza, ni días posteriores en Gaza, hasta que Hamás devuelva los dos últimos cuerpos”. Otros asistentes subrayaron la necesidad de mantener la presión pública hasta lograr la recuperación de los restos.
El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas anunció la semana pasada que reducirá sus actividades dado que en Gaza solo quedan los cuerpos de dos secuestrados fallecidos. Gvili, en una declaración crítica, afirmó que “dicen que están buscando los cuerpos, pero no vemos ningún progreso. Nos están manipulando, y esto tiene que parar ya”.
