Luis Petri y Agustín Rossi protagonizaron un cruce intenso durante la sesión especial del miércoles 3 de diciembre, en la que asumieron sus bancas los 127 diputados nacionales electos el 26 de octubre. El debate giró en torno a sus posiciones dentro del oficialismo y la oposición y contempló reproches por la gestión del Ministerio de Defensa, cartera que ambos dirigieron en distintos momentos.
El intercambio se produjo minutos después de la salida del presidente Javier Milei del Congreso, cuya presencia había contribuido a elevar la tensión en el recinto.
En ese contexto, Petri —exministro de Defensa y actual diputado de La Libertad Avanza— pronunció un discurso en el que buscó marcar distancia con gobiernos anteriores y con el kirchnerismo, defendiendo una agenda de modernización y cambios laborales que, según él, fue la respaldada por la mayoría de los votantes.
En sus expresiones en el recinto dijo: “Venimos a apostar al diálogo, pero no para la agenda del pasado, no a la agenda del kirchnerismo, no a la agenda del piquete, no a la agenda de la extorsión; venimos a apostar a la agenda del futuro, que fue la agenda que votó la mayoría de los argentinos. Una agenda que propone la modernización laboral, una agenda que propone terminar de derrotar a la pobreza en la República Argentina”.
Las reacciones del bloque peronista fueron inmediatas y, ante las críticas y los gritos en su contra, Petri añadió un comentario en el que sugirió que “a los peronistas les recomiendo que vayan al psicólogo”, aludiendo además al origen militar de Juan Domingo Perón y criticando designaciones realizadas en el Ministerio de Defensa.
Rossi, también exministro de Defensa y referente del peronismo, respondió con vehemencia. En su intervención defendió la identidad y la trayectoria del peronismo —mencionando a Juan Domingo Perón, Néstor y Cristina— y afirmó el compromiso con los valores reivindicados por los trabajadores desde 1945. Asimismo cuestionó la administración de Petri, acusándolo de haber debilitado a la obra social de las fuerzas y de generar problemas administrativos.
En particular, Rossi mencionó la crisis de la Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA), que cubre a más de 600.000 afiliados y arrastra una deuda que supera los $200.000 millones. El intercambio incluyó acusaciones sobre el origen del déficit y sobre el manejo administrativo del organismo, en un marco en que la gestión de la deuda y la calidad de atención son preocupaciones centrales para beneficiarios y autoridades.
Sobre la crisis de IOSFA, el expresidente del Foro de Generales Retirados, José Luis Figueroa, la atribuyó a decisiones políticas más que a problemas técnicos. Funcionarios del área señalaron que hace alrededor de seis meses dejaron de tomar nueva deuda, lo que permitió cierta estabilización, aunque subrayaron que la situación continúa siendo grave.
La jornada reflejó una profunda polarización: preparación cuidada de las bancas por parte de La Libertad Avanza, cánticos y reclamos en las gradas, juramentos con consignas políticas y discusiones acaloradas entre diputados como Lilia Lemoine, Marita Velázquez y Nicolás del Caño. Uno de los episodios más llamativos fue la actitud provocadora de Juan Grabois hacia el palco presidencial antes y después de prestar juramento.
