1 de diciembre de 2025
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Taylor Momsen: el precio de la fama infantil

Convertirse en un referente de la cultura pop desde la infancia no fue sencillo para Taylor Momsen. Reconocida primero por su papel de Cindy Lou Who en El Grinch y despues como Jenny Humphrey en Gossip Girl, Momsen conto en el podcast Call Her Daddy como la fama prematura, la presion mediatica y varias perdidas personales la llevaron a buscar refugio y autenticidad en la musica rock.

Nacida en St. Louis, Missouri, ingreso al mundo del espectaculo muy joven: a los dos anos sus padres la inscribieron en Ford Models y a los tres protagonizo un anuncio nacional. A los cinco o seis interpreto a Cindy Lou Who. Aunque recuerda el rodaje junto a figuras como Jim Carrey y Ron Howard con carino, la exposicion publica tambien trajo consecuencias dificiles.

En la escuela fue objeto de burlas y acoso por su papel en El Grinch; la llamaban “la chica del Grinch”. “Me molestaban sin parar por eso. Me mude mucho. Todo eso fue dificil para mi de nina”, relato Momsen en Call Her Daddy.

Adolescencia, fama y crisis de identidad

La adolescencia introdujo nuevos desafios. Tras mudarse a Maryland formo una banda de garaje y encontro amistades afines, pero la audicion para Gossip Girl la llevo a Nueva York y, a los trece anos, a la fama internacional.

El exito vino acompanado de una vigilancia mediatica intensa y una sensacion de perdida de identidad. Momsen explico que los paparazzi la retrataban como un personaje y que eso confundia su imagen personal: las fotos y los tabloides la transformaban en alguien que no reconocia. Rodeada de adultos y con su privacidad invadida, tuvo que madurar rapidamente.

Su imagen publica de “chica rebelde” no reflejaba su realidad cotidiana: trabajaba largas jornadas entre el set y el estudio. La musica se volvio su via de escape; con apenas 14 anos, mientras aun participaba en la serie, fundo The Pretty Reckless y comenzo a preparar su primer disco.

Su paso al rock fue recibido con escepticismo por parte de la industria y del publico. Momsen reconocio las dificultades para ganar credibilidad viniendo de su trayectoria: ser mujer en el rock y, ademas, una estrella adolescente, complicaba aun mas su camino.

El salto a la musica y los primeros obstaculos

Dejar la actuacion resulto complejo: su contrato con Warner Bros. y la cadena CW la ataba a la serie y le costo anos lograr la liberacion. Cuando los guionistas accedieron a dejarla ir, pudo concentrarse en su carrera musical; describio ese proceso como una larga lucha para salir de un entorno que la estaba afectando.

La banda enfrento dudas sobre su autenticidad, pero Momsen y sus companeros perseveraron componiendo y girando sin descanso. Considero la musica como terapia y destaco la importancia de encontrar socios creativos adecuados; la incorporacion de Ben Phillips y el trabajo con el productor Kato Khandwala fueron fundamentales para el proyecto.

El camino estuvo marcado por tragedias. La muerte de Chris Cornell durante una gira con Soundgarden y, poco despues, el fallecimiento de Kato Khandwala en un accidente de moto la sumieron en una profunda depresion y en problemas de adicciones. “Me derrumbe por completo. Me desplome. Y ese fue el comienzo de lo que podriamos llamar mi epoca oscura”, admitio.

El aislamiento y la dedicacion a la musica la ayudaron a afrontar el duelo. Trabajar en el album Death By Rock And Roll le permitio canalizar el dolor y empezar a sanar: aunque el dolor persiste, su intensidad disminuye con el tiempo. Cada perdida quedo como una cicatriz que lleva a diario, compartio.

Resiliencia, vision de genero y nuevas etapas

Tras superar esos momentos, emprendio nuevos proyectos. The Pretty Reckless publico un EP navideno, Taylor Momsen’s Pretty Reckless Christmas, que incluyo una version rock de la cancion que interpreto en El Grinch. La banda tambien tuvo la oportunidad de compartir escenario con AC/DC, experiencia que Momsen califico como “alucinante” y formativa, destacando su energia en directo y su profesionalismo.

Momsen evita las etiquetas y defiende la autenticidad artistica: “La buena musica es buena musica, el genero no importa”. Critica las comparaciones entre mujeres en la industria y prefiere centrarse en la pasion y la calidad del trabajo.

Mirando al futuro, se muestra entusiasta por nuevos discos, giras y por seguir evolucionando como musico. Reflexiona sobre la fama y celebra haber encontrado un espacio genuino en la musica: poder dedicarse profesionalmente a lo que ama le genera gratitud y satisfaccion, y tocar en directo sigue siendo para ella una fuente de alegria que supera las dificultades.

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