1 de diciembre de 2025
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Safaris humanos en Sarajevo investigados por la Justicia italiana

La Fiscalia de Milan abrio esta semana una investigacion sobre ciudadanos italianos que podrian haber participado en cacerias humanas durante el asedio de Sarajevo, pagando decenas de miles de euros para disparar contra civiles desde las colinas que rodean la ciudad. Los hechos se remontan al periodo mas violento de la guerra de los Balcanes, entre 1992 y 1996, cuando miles de personas murieron por el fuego de francotiradores y los bombardeos.

El fiscal Alessandro Gobbis investiga a varios sospechosos por homicidio voluntario multiple con agravantes por crueldad y motivos abyectos, un delito que no prescribe segun la legislacion italiana. Los investigados proceden del norte de Italia -Piamonte, Triveneto y Lombardia- y, segun los testimonios recopilados, habrian pagado entre 80.000 y 100.000 euros en valores actuales para actuar como francotiradores “por diversion” durante el prolongado sitio.

La investigacion se inicio tras la denuncia del fotografo y escritor Ezio Gavazzeni, que durante casi dos anos ha reunido testimonios y documentacion que, afirma, demuestran que lo que se considero una leyenda urbana durante la guerra fue real. “Aunque la investigacion vaya mal, aunque en el peor de los casos los italianos que participaron esten muertos, puedo afirmar que estos hechos ocurrieron”, declaro Gavazzeni a la agencia EFE desde Milan. El escritor ha trabajado con los abogados Nicola Brigida y Guido Salvini, un reconocido exmagistrado.

El asedio mas largo de una capital

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Durante 1.425 dias, Sarajevo permanecio bajo el fuego de las milicias serbobosnias que controlaban las montanas circundantes. El sitio, iniciado en abril de 1992 y prolongado hasta febrero de 1996, sometio a la poblacion a bombardeos diarios y disparos de francotiradores; los residentes debian moverse agachados y en zigzag por las calles para evitar convertirse en blanco. Mas de 10.000 personas perdieron la vida en lo que se considera el asedio de una capital mas largo de la historia moderna.

En ese contexto surgieron rumores sobre el llamado “Sarajevo Safari”: occidentales adinerados que, segun los relatos, pagaban por participar en cacerias humanas. Testimonios mencionan una lista de precios macabra en la que cobrar por matar a un nino costaba mas que por un adulto. “El aspecto mas morboso fue que existia una tarifa sobre cuanto debia pagar un cazador de fin de semana para disparar a civiles: adultos, mujeres, ninos, embarazadas, soldados”, explico a la cadena bosnia N1 Edin Subasic, exgeneral de brigada bosnio y antiguo agente de inteligencia militar.

“Francotiradores del fin de semana”

Los denominados “turistas de la guerra” habrian llegado principalmente por Trieste, ciudad fronteriza del noreste italiano que funciono como puerta de acceso a los Balcanes. Desde alli se trasladaban por Belgrado hasta Pale, cerca de Sarajevo. Segun las descripciones, eran personas acomodadas, aficionadas a las armas y con supuestos vinculos con la extrema derecha.

“Eran ‘francotiradores del fin de semana’: llegaban el viernes por la noche y partian el domingo”, declaro Gavazzeni en medios suizos.

El expediente presentado por Gavazzeni menciona de forma concreta a tres individuos: uno de Turin, otro de Milan y un tercero de Trieste. A este ultimo se le atribuye un perfil especialmente inquietante: rico, influyente en su comunidad, cazador experimentado y con rasgos psicopaticos. En una carta incluida en la documentacion, Subasic describe el perfil psicologico que atribuia a estos “cazadores”: “Alguien que ya ha probado safaris legales y busca mayor adrenalina en una cabeza humana; una persona que ama las armas y que puede presentar rasgos psicopaticos; un exsoldado que no se detiene tras haber estado en campos de batalla”. Anade que pertenecen a circulos acomodados y con influencia local, lo que les podria permitir protegerse de investigaciones o dificultarlas.

Este perfil coincide con las declaraciones de John Jordan, bombero estadounidense que trabajo como voluntario en Sarajevo durante el conflicto. En 2007, ante el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia en el juicio contra Slobodan Milosevic, Jordan informo haber visto en varias ocasiones a extranjeros que no parecian locales. “Llevaban una mezcla de ropa civil y militar, pero lo que mas los distinguia era su arma”, dijo. “Cuando veias a alguien con un arma mas propia de la caza de jabalies en la Selva Negra que del combate urbano en los Balcanes, y que se movia con torpeza entre los escombros, era evidente”.

La Fiscalia de Milan ha solicitado formalmente a La Haya el testimonio completo de Jordan para incorporarlo a la investigacion que dirige Gobbis, que cuenta con el apoyo de la unidad de operaciones especiales (ROS) de los Carabinieri.

El rastro de los servicios secretos

Un aspecto relevante del caso es la posible informacion que agencias de inteligencia occidentales habrian tenido sobre estas practicas. Segun correspondencia citada en el expediente, los servicios secretos bosnios notificaron al SISMI -el antiguo servicio de inteligencia militar italiano- a principios de 1994 sobre la existencia de estos “safaris”.

En una comunicacion recogida por Gavazzeni se indica la respuesta del SISMI: “Hemos descubierto que el safari parte de Trieste. Lo hemos interrumpido y el safari no tendra mas lugar”. No obstante, segun ese mismo testimonio, el SISMI no facilito los nombres de los presuntos cazadores u organizadores y no consta si se realizaron detenciones.

La Fiscalia trabaja ahora para obtener documentos del antiguo SISMI, hoy AISI (Agencia de Informacion y Seguridad Interna), que puedan clarificar el alcance de estas operaciones y senalar a posibles responsables.

Del documental a los tribunales

La investigacion tiene su origen en el documental “Sarajevo Safari” (2022), del director esloveno Miran Zupanic, que recopilo testimonios anonimos sobre estas practicas y volvio a poner el tema en la agenda publica. El filme presento indicios de que ciudadanos de varios paises occidentales -incluyendo Italia, Estados Unidos y Rusia- habrian participado en estas cacerias.

Tras el estreno, Benjamina Karic, entonces alcaldesa de Sarajevo, presento una denuncia que dio lugar a una investigacion paralela en Bosnia-Herzegovina. Motivado por ese trabajo, Gavazzeni inicio su propia pesquisa, que finalmente condujo a la apertura del caso en Italia.

“Espero que se identifique a dos o tres personas con vida”, senala Gavazzeni, consciente de que muchos de los presuntos participantes hoy tendrian entre 65 y 82 anos. “Estadisticamente, al menos un tercio ha muerto”, admite, aunque mantiene la esperanza de que la justicia pueda actuar.

Subasic anade: “Quienes eran mas jovenes aun estan al alcance de la justicia. Espero que la Fiscalia de Milan lleve este caso hasta el final”. Esa expectativa la comparten victimas y supervivientes de un asedio que dejo profundas heridas en la memoria colectiva de Sarajevo y que, casi tres decadas despues, podria llevar a algunos presuntos responsables ante los tribunales.

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