El reciente ascenso de Sanae Takaichi al liderazgo del gobierno japones ha reavivado el debate sobre como impulsar la economia sin aumentar el gasto fiscal. Aunque se discute un paquete de estimulo que podria superar los 10 billones de yenes (unos USD 65.000 millones), el analisis de Nicholas Benes, fundador del Board Director Training Institute of Japan y publicado en Nikkei, pone el foco en medidas estructurales capaces de promover el crecimiento sin grandes desembolsos publicos.
En su primera reunion de gabinete, la primera ministra encargo a sus ministros la elaboracion de un plan de estimulo que incluiria la supresion temporal del impuesto a la gasolina, subsidios para facturas de electricidad y gas, y deducciones fiscales para inversiones de capital. Estas propuestas requeririan un presupuesto suplementario y conllevarian un coste fiscal relevante, probablemente distribuido a lo largo de varios anos.
Simultaneamente, Takaichi presidio la primera sesion de la sede de estrategia de crecimiento, instruyendo a los ministros para perfeccionar estrategias y disenar una hoja de ruta de inversion publico-privada para diecisiete sectores y tecnologias clave, como inteligencia artificial, semiconductores, construccion naval, fusion nuclear, tecnologia cuantica y biotecnologia, asignando a cada ministro la responsabilidad sectorial.
Benes advierte que muchas de las politicas propuestas hasta ahora implican un gasto publico importante. Frente a ello, subraya la insistencia previa de Takaichi en que las empresas japonesas, no solo el Estado, reinviertan sus excedentes en crecimiento productivo; la primera ministra ha pedido a las companias destinar mas liquidez a expansion, I+D y aumentos salariales, e incluso ha planteado la posibilidad de gravar el exceso de efectivo y depositos.
Segun Benes, fomentar la reinversion de los excedentes empresariales favoreceria el crecimiento mediante una asignacion de capital mas eficiente y ayudaria a revitalizar un mercado bursatil que sigue infravalorado. Muchas empresas acumulan efectivo con baja rentabilidad y mantienen activos no esenciales infrautilizados que podrian venderse y reconvertirse en inversiones productivas.
El analisis en Nikkei recalca que los directivos tienden a reinvertir en los negocios adecuados cuando los consejos de administracion lo exigen. A su vez, los consejos suelen actuar cuando los accionistas demandan cambios y existe un numero suficiente de consejeros independientes que supervisen esas decisiones.
La adopcion del Codigo de Gobierno Corporativo (CGC) en 2015, considerada parte importante de la politica conocida como Abenomics, marco un hito en este sentido. Takaichi participo en el comite del Partido Liberal Democratico que impulso esa medida, que ha tenido un impacto sostenido en la gobernanza corporativa japonesa.
El CGC introdujo la obligacion de contar con al menos dos consejeros independientes en los consejos y promovio una mayor atencion a los accionistas. Paralelamente, se impulso el Codigo de Stewardship de Japon para que los inversores interactuen proactivamente con las empresas y ejerzan su voto de forma objetiva. Benes recuerda que la interaccion con inversores activos fue el otro pilar esencial de la reforma.
A pesar de estos avances, Benes considera que la presencia de multiples consejeros independientes -o incluso de un tercio del consejo en las empresas del mercado Prime, segun la revision del CGC de 2021- sigue siendo insuficiente en muchos casos. No obstante, reconoce que varias companias han mejorado sus practicas de gobernanza en la ultima decada.
Persisten, sin embargo, obstaculos que dificultan la interaccion eficaz entre inversores y empresas y la comparacion eficiente entre companias. Benes identifica como principal problema la existencia de tres estructuras legales distintas para las empresas cotizadas, lo que obliga a los inversores a invertir tiempo en entender la organizacion particular de cada compania y sus practicas no estandarizadas.
En ese contexto, Benes subraya que el Consejo Legislativo del Ministerio de Justicia debatira en los proximos meses posibles reformas a la Ley de Sociedades, mientras que la Agencia de Servicios Financieros revisara el CGC. Esta coyuntura ofrece, segun el, una oportunidad para que el gobierno promueva tres reformas clave destinadas a atraer inversores, facilitar la interaccion y reasignar liquidez hacia usos productivos.
La primera propuesta de Benes es unificar las tres estructuras legales de gobierno corporativo en un unico sistema mas estandarizado y exigir un unico tipo de informe financiero anual, en lugar de los dos que se requieren actualmente, para simplificar la evaluacion por parte de los inversores.
La segunda medida plantea que las empresas cotizadas modifiquen sus estatutos para permitir que las juntas generales anuales no esten restringidas al plazo de tres meses tras el cierre del ejercicio fiscal. Para las companias cuyo ejercicio termina el 31 de marzo, ello permitiria convocar juntas en julio o agosto y resolver el problema conocido como shuchubi, que concentra la mayoria de las asambleas a finales de junio y limita la asistencia de los accionistas.
Ademas, esta reforma facilitaria que las empresas publiquen sus informes anuales con mayor antelacion, en lugar de hacerlo pocos dias antes o incluso despues de la junta. Para que la interaccion con inversores y el voto por delegacion sean efectivos, los informes deben estar disponibles al menos un mes antes de la reunion.
La tercera propuesta busca alinear Japon con los estandares internacionales, exigiendo que la mayoria de los miembros del consejo de las empresas cotizadas sean consejeros independientes. Benes sostiene que, con la revision del CGC en curso, es el momento oportuno para impulsar esta medida, que fortaleceria la responsabilidad de los consejeros externos y mejoraria la calidad y diversidad de los consejos.
Benes concluye que estas reformas requieren liderazgo politico desde la oficina de la primera ministra y consenso entre los parlamentarios clave, porque los funcionarios enfrentan un riesgo profesional al promover cambios de este alcance por su cuenta. Segun su evaluacion, Takaichi dispone ahora de una oportunidad unica para impulsar una nueva fase de reformas de gobierno corporativo en Japon, en linea con el sentido de urgencia que ella ha expresado.


