La administracion del presidente Donald Trump ha iniciado gestiones con el gobierno de Nigeria para afrontar la violencia que afecta a comunidades cristianas, enmarcando una respuesta mas amplia que, segun anuncio la Casa Blanca, incluye la posibilidad de accion militar ademas de otras medidas.
Un funcionario del Departamento de Estado explico que los planes no se limitan al uso de la fuerza: contemplan herramientas diplomaticas como sanciones potenciales, programas de ayuda, y el intercambio de inteligencia con las autoridades nigerianas.
El secretario de Defensa Pete Hegseth se reunio con el asesor de seguridad nacional de Nigeria y publico imagenes del encuentro, en un contexto marcado por las declaraciones previas del presidente Trump en las que amenazo con suspender toda ayuda a Nigeria si persisten los ataques contra cristianos.
Estas iniciativas coinciden con la intencion declarada de la administracion de evitar profundizar la intervencion militar en el extranjero y con una reduccion general de la presencia militar estadounidense en Africa; cualquier despliegue en Nigeria exigiria trasladar recursos desde otras regiones.
Pese a ello, la Casa Blanca ha mantenido la presion publica mientras Nigeria enfrenta una ola de ataques contra escuelas e iglesias en un conflicto que, segun expertos y residentes, tambien afecta a musulmanes.
“Estoy realmente enojado por esto”, dijo Trump recientemente en un programa de radio al referirse a la violencia en Nigeria, y critico al gobierno nigeriano por no actuar. El gobierno de Nigeria ha negado esas acusaciones.
Un enfoque integral
Tras su reunion con el asesor de seguridad nigeriano Mallam Nuhu Ribadu, el Pentagono afirmo que trabaja con Nigeria para detener la persecucion de cristianos por parte de grupos yihadistas, y subrayo la necesidad de que el gobierno nigeriano muestre compromiso y adopte medidas urgentes y sostenibles.
Jonathan Pratt, director de la Oficina de Asuntos Africanos del Departamento de Estado, indico ante el Congreso que la opcion militar forma parte de un abanico mas amplio de acciones analizadas por el Consejo de Seguridad Nacional, pero enfatizo que la estrategia incluiria tambien iniciativas en seguridad, policia y economia.
El objetivo declarado es emplear todas las herramientas disponibles para lograr el mejor resultado posible, combinando medidas de seguridad con asistencia y cooperacion con las autoridades nigerianas.
La violencia en Nigeria “no desaparecera de la noche a la manana”
La violencia en Nigeria tiene multiples causas y actores. Grupos islamistas como Boko Haram y el Estado Islamico de la Provincia de Africa Occidental (ISWAP) atacan tanto a cristianos como a musulmanes; al mismo tiempo, conflictos entre pastores y agricultores por tierras y agua, y bandas dedicadas a secuestros por rescate, agravan la inseguridad.
En dias recientes se registraron secuestros masivos en escuelas -incluyendo una institucion catolica y otra en una localidad de mayoria musulmana- y un ataque en una iglesia con muertos y fieles secuestrados. Estos sucesos han atraido atencion internacional y declaraciones publicas sobre la proteccion religiosa.
Las capacidades para una intervencion estadounidense se han visto limitadas por la retirada de bases o socios regionales, como la salida de fuerzas de Niger y cambios en la presencia francesa en la region, lo que complica la logistica de cualquier operacion en Nigeria.
Opciones como reorientar recursos desde Yibuti o utilizar ubicaciones de seguridad cooperativa existen, pero esos puntos suelen alojar fuerzas desplegadas para misiones especificas y, en general, no disponen de efectivos suficientes para una operacion mayor en Nigeria.
La reciente ola de golpes de Estado en Africa Occidental ha tensado la diplomacia regional y dificultado la cooperacion con algunas juntas militares, lo que anade obstaculos a la coordinacion internacional.
Expertos advierten que ataques limitados cuidadosamente escogidos probablemente no resolverian el problema de raiz, que se ha gestado durante decadas y exige soluciones sostenidas.
Segun analistas, abordar la violencia implica medidas de largo plazo como asociaciones economicas, programas interreligiosos, fortalecimiento policial y cooperacion con las autoridades nigerianas; la efectividad de la participacion exterior dependeria en gran medida de la colaboracion y capacidad del gobierno nigeriano.
La intervencion de Estados Unidos conlleva riesgos
El gobierno nigeriano rechazo la idea de una intervencion militar unilateral, aunque se mostro abierto a recibir apoyo para combatir a los grupos armados.
Boko Haram y ISWAP han prolongado una insurgencia devastadora en el noreste y la cuenca del Lago Chad, operando a menudo a traves de fronteras y extendiendo la crisis a paises vecinos como Chad, Camerun y Niger.
Una intervencion estadounidense sin una coordinacion adecuada con Nigeria implicaria riesgos significativos para las tropas y para la poblacion civil, segun investigadores en seguridad. Ataques aereos mal dirigidos en el pasado han causado victimas civiles.
Para lograr objetivos precisos, los gobiernos necesitan comprender las causas superpuestas del conflicto -agropecuarias, economicas, etnicas y delictivas-; una evaluacion incorrecta podria agravar la violencia y provocar su expansion regional.
En suma, cualquier respuesta extranjera requiere una estrategica combinacion de acciones militares limitadas (si fueran necesarias), apoyo a la capacidad local, medidas diplomaticas y programas socioeconomicos para abordar las raices del conflicto.
(con informacion de AP)


