1 de diciembre de 2025
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Papa León XIV reza en Estambul durante esfuerzos de reconciliación

El domingo, el papa León XIV presidió oraciones en la Catedral Apostólica Armenia de Estambul en un gesto con carga ecuménica, interpretado como respaldo a la unidad cristiana y a las minorías cristianas en Turquía y como un apoyo discreto a iniciativas de reconciliación entre Turquía y Armenia.

Las relaciones entre ambos países están marcadas por los acontecimientos de 1915, cuando se calcula que alrededor de 1,5 millones de armenios murieron en masacres, deportaciones y marchas forzadas durante el Imperio Otomano. La mayoría de los historiadores consideran esos hechos un genocidio; el Gobierno turco rechaza esa definición, cuestiona las cifras y atribuye las muertes al caos y al contexto bélico, y ha presionado contra el reconocimiento internacional del genocidio.

Ese trasfondo ha condicionado las actuaciones del Vaticano. En 2014, durante su viaje a Turquía, el papa Francisco no visitó lugares armenios aunque se reunió brevemente con el patriarca armenio Mesrob II en un hospital. En 2015, Francisco habló del caso como “el primer genocidio del siglo XX”, lo que provocó la reacción turca; después visitó Armenia y volvió a emplear el término.

A diferencia de su predecesor, León XIV ha evitado confrontar abiertamente esa controversia en los primeros meses de su pontificado. En Estambul se limitó a decir: “Esta visita me brinda la oportunidad de agradecer a Dios por el valiente testimonio cristiano del pueblo armenio a lo largo de la historia, a menudo en circunstancias trágicas”.

Richard Giragosian, director del Centro de Estudios Regionales en Ereván, consideró que la presencia papal supone un acercamiento simbólico entre el Vaticano y la Iglesia armenia y puede impulsar discretamente la normalización entre Armenia y Turquía, señalando que la ausencia de referencias directas al genocidio se ajusta a la actual fase de diálogo diplomático.

La visita formó parte de la primera salida internacional de León XIV; llegó a Turquía el jueves para conmemorar el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, cuya sede histórica está en la actual Iznik, y tenía previsto continuar después hacia el Líbano.

El contexto bilateral también está condicionado por el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. Tras décadas sin relaciones formales y con la frontera cerrada desde los años noventa, Ereván y Ankara iniciaron en 2021 conversaciones de normalización que transcurren en paralelo a las negociaciones sobre Nagorno-Karabaj, región cuyo control provocó un conflicto reciente en el que Turquía respaldó a Azerbaiyán.

En junio, el primer ministro armenio Nikol Pashinyan se reunió con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Tras el encuentro, Pashinyan declaró a medios turcos que el reconocimiento internacional del genocidio no figura entre las prioridades actuales de su gobierno, aunque reafirmó la firme convicción armenia sobre los hechos. Giragosian indicó que no se esperaba que León XIV presionara ese asunto durante su visita.

La ceremonia en Estambul fue encabezada por León XIV y el patriarca Sahak II Mashalian; incluyó una procesión, ritos tradicionales armenios y la develación de una placa conmemorativa en honor del pontífice. Cerca de 500 fieles asistieron al servicio, que evocó las prácticas ancestrales de la Iglesia Armenia. Otros papas —como Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI— ya habían visitado la catedral en viajes anteriores a Turquía.

Tras el acto, Sahak II destacó el papel del Papado como guía moral y defensor de las comunidades cristianas en situaciones adversas. El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, afirmó que el viaje de León XIV a Turquía y Líbano busca reconocer la histórica presencia armenia en la región.

Las reacciones en Armenia mostraron aprecio por el gesto papal, aunque también escepticismo sobre su impacto inmediato en la política turca. Residentes de Ereván valoraron que la visita honra a los armenios y mantiene viva la memoria de su sufrimiento, y otros destacaron su contribución al diálogo intereclesiástico pese a no esperar efectos globales inmediatos.

La visita ocurre en un momento de renovadas tensiones en el Cáucaso. Una oleada de protestas impulsada por clérigos y sectores de la Iglesia Apostólica Armenia contra Pashinyan por su postura hacia Azerbaiyán llevó a detenciones y condenas de varios líderes religiosos. Además, el acercamiento entre el Vaticano y Azerbaiyán, incluido un nuevo acuerdo para el diálogo interreligioso, generó malestar en sectores armenios que acusan a Bakú de reinterpretar la historia de la presencia armenia en la región.

En paralelo, el Vaticano mantiene gestiones discretas para facilitar la liberación de prisioneros armenios en Azerbaiyán; medios armenios informan que actualmente 23 ciudadanos armenios permanecen detenidos en Bakú.

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