El Ejecutivo japones respondio este sabado a las recientes acusaciones de China contra la primera ministra Sanae Takaichi, a quien Pekin senalo por, segun su criterio, modificar la postura historica de Tokio respecto a su respaldo a Taiwan.
Desde Tokio calificaron esas imputaciones como “totalmente infundadas” y subrayaron la continuidad de la politica oficial, negando que haya habido un cambio de posicion sobre el estrecho. Asi lo afirmo la portavoz Maki Kobayashi durante la cumbre del G20 en Johannesburgo, segun reportes de Bloomberg.
Kobayashi dijo estar al tanto de la carta enviada por Pekin a Antonio Guterres, secretario general de la ONU, y enfatizo que Japon ya explico en repetidas ocasiones el sentido de las declaraciones de la primera ministra, destacando la apuesta del gobierno por el dialogo.
A pesar de las explicaciones, en Johannesburgo no se concreto un encuentro directo: China descarto una reunion oficial entre Takaichi y el primer ministro Li Qiang, aunque ambos aparecieron en la foto de grupo de la cumbre.
La controversia se origino en las declaraciones de Takaichi sobre la posible respuesta japonesa ante una eventual escalada militar china contra Taiwan. El gobierno de Xi Jinping respondio con una misiva en la que advertia sobre posibles “medidas de autodefensa” si Japon interviniera militarmente en favor de la isla y busco apoyo internacional en la ONU.
Takaichi se nego a retractarse y defendio la determinacion de Japon para actuar ante una emergencia de seguridad regional. En medio del conflicto, el consul chino en Osaka, Xue Jian, publico y luego elimino un mensaje que contenia expresiones violentas dirigidas contra la primera ministra.
Al mismo tiempo, las relaciones bilaterales registraron nuevas restricciones: Pekin desaconsejo a sus ciudadanos viajar a Japon, suspendio las importaciones de mariscos japoneses y paralizo el estreno de nuevas peliculas japonesas en su mercado.
En cuanto a la relacion entre Tokio y Taipei, Taiwan confirmo el viernes pasado el levantamiento de las restricciones que, desde 2011, afectaban a las importaciones de alimentos procedentes de Fukushima. Las autoridades anunciaron que dejaran de exigir la doble certificacion y la inspeccion por lotes.
La medida se produjo poco despues de que el gobernador de Niigata, Hideyo Hanazumi, autorizara la reactivacion de la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa -la mayor del mundo-, cerrada desde el accidente de Fukushima Daiichi en 2011 tras un terremoto y un tsunami.
El anuncio del gobierno taiwanes supone una normalizacion de los criterios para la entrada de productos japoneses en la isla, en un contexto en el que la energia nuclear y la seguridad alimentaria continuan siendo temas de debate en Japon.
La disputa regional se enmarca en decadas de sensibilidad diplomatica: tras la guerra civil de 1949 los lazos politicos entre China y Taiwan se cortaron y solo se restablecieron en formatos no oficiales desde los anos 80, mientras Tokio y Pekin mantienen diferencias historicas sobre soberania y seguridad en la region.


