El Ministerio del Interior informó que el espacio aéreo de Moldavia estuvo cerrado durante más de una hora la noche del viernes tras la entrada de dos drones no identificados en territorio nacional.
Entre las 22:43 y las 23:53 (hora local) las autoridades prohibieron temporalmente todos los vuelos como “medida de emergencia” al detectar vehículos aéreos no tripulados sobrevolando el país de manera ilegal y constituyendo una “amenaza directa para la seguridad aeronáutica”.
Según el Ministerio, los drones continuaron su trayectoria en dirección a Ucrania. La policía fronteriza también señaló la presencia de los aparatos por los ruidos intensos que emitían mientras estaban en el espacio aéreo moldavo.
La incursión llevó a desviar al menos dos vuelos comerciales: uno procedente de Barcelona aterrizó en Bacau (Rumanía) y otro, con origen en París y destino Chisináu, fue temporalmente desviado al espacio aéreo rumano antes de poder entrar a Moldavia sin riesgo. Además, se retrasó la salida de un tercer vuelo desde la capital mientras se restablecían las operaciones; la reapertura del espacio aéreo quedó inicialmente limitada a la zona norte, cercana a la frontera con Ucrania.
Tras la alerta, el gobierno activó medidas de vigilancia para evaluar riesgos, proteger a la población y garantizar la seguridad nacional. Una vez descartada la presencia de otros objetos aéreos sospechosos, el tráfico aéreo se normalizó, aunque el nivel de alerta se mantiene elevado.
En un comunicado, el Ministerio del Interior condenó “enérgicamente estas acciones ilegales y peligrosas” por poner en riesgo la seguridad de los vuelos civiles y la vida de las personas, calificándolas como actos hostiles de intimidación y desestabilización en el contexto de la agresión militar de la Federación Rusa.
La presidenta Maia Sandu vinculó el incidente con los ataques contra Ucrania: subrayó en redes sociales que los drones rusos violaron nuevamente el espacio aéreo moldavo y forzaron su cierre temporal, y relacionó el hecho con una ofensiva de diez horas que dejó a Kiev sin suministro eléctrico y causó víctimas.
La alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Kaja Kallas, calificó lo ocurrido de “inaceptable” y afirmó en redes que los cielos de Moldavia no pueden convertirse en víctimas de la guerra rusa.
Las autoridades moldavas afirmaron que mantendrán la máxima alerta y reforzarán la vigilancia para proteger a la población y preservar la seguridad nacional.
En medio de la reciente escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, Moldavia mostró el miércoles ante su Ministerio de Relaciones Exteriores un dron de origen ruso que cayó en su territorio, en un acto vinculado con la convocatoria del embajador de Moscú por el incidente.
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022, Moldavia ha denunciado reiteradas violaciones de su espacio aéreo y, en respuesta, ha expulsado a decenas de diplomáticos y empleados de la embajada rusa.
La Cancillería moldava difundió un video en redes sociales en el que se ve al embajador ruso, Oleg Ozerov, saliendo del edificio ministerial junto al dron, identificado con una “Z” pintada en rojo. La exhibición pública quiso expresar la preocupación de Moldavia por los incidentes repetidos y constituir una nueva crítica a la guerra de Moscú en Ucrania.
(Con información de Europa Press)


