El principal candidato de la oposición en Guinea Bissau, Fernando Días da Costa, responsabilizó al presidente depuesto Umaro Sissoco Embaló de haber llevado a cabo un autogolpe que desencadenó la actual crisis política en el país.
Asimismo, lo acusó de manipular los resultados de las elecciones presidenciales.
Como favorito opositor, Días da Costa afirmó que la intervención militar que obligó a Embaló a abandonar el país vulneró el proceso democrático y desconoció la voluntad expresada en las urnas. En declaraciones al diario local O Democrata, indicó que se encuentra sano y salvo y expresó su confianza en que Embaló y su entorno no lograrán alterar el resultado electoral.
En ese marco, solicitó a las Fuerzas Armadas de Guinea Bissau que garanticen la culminación del proceso electoral sin injerencias.
También denunció actos de persecución e intimidación en su contra y contra su círculo cercano.
Según relató, hombres armados dispararon contra su residencia y la sede de su campaña. Además, afirmó que personas que estaban en la casa de un familiar sufrieron agresiones y exigió la liberación de Domingos Simoes Pereira, dirigente opositor, como condición para restablecer la tranquilidad institucional.
Los hechos de violencia coincidieron con denuncias de irregularidades en el recuento de votos. Días da Costa sostuvo que todos los candidatos contaban con copias de las actas, lo que, a su juicio, confirmaba su victoria y invalidaba otros resultados; por ello pidió a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) que adopte una postura firme en defensa de la legalidad democrática.
La controversia se agravó cuando la Comisión Nacional Electoral (CNE), a través de su portavoz Idriça Djaló, informó que individuos armados irrumpieron en su sede, sustrajeron las actas originales y causaron destrozos.
Djaló explicó que el ataque ocurrió mientras el organismo solo disponía de las hojas de recuento originales correspondientes a la comisión regional, lo que impidió la publicación de los resultados definitivos, ya que la normativa electoral exige que todas las actas regionales y del exterior sean enviadas a través de sus respectivas comisiones, trámite que quedó interrumpido por el asalto.
La crisis tuvo repercusiones internacionales. Tras la intervención militar, Embaló abandonó Guinea Bissau y llegó a Brazzaville, en la República del Congo, en un vuelo facilitado por ese gobierno.
Antes de trasladarse a la República del Congo, Umaro Sissoco Embaló había solicitado asilo en Senegal tras ser depuesto por una sublevación militar. El presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye, autorizó su estancia provisional en medio de las tensiones regionales.
Sin embargo, la presencia de Embaló generó divisiones en el gobierno senegalés. El primer ministro Ousmane Sonkó manifestó su preocupación por los riesgos para la seguridad nacional y el posible efecto en la posición diplomática de Senegal en África Occidental, lo que finalmente motivó el traslado del exmandatario a la República del Congo.
(Con información de Europa Press y EFE)


