3 de diciembre de 2025
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Vilma Ripoll lloró esperando a Javier Milei en el Congreso

La salida del presidente Javier Milei del Congreso Nacional tuvo un episodio particular luego de la jura de los nuevos diputados el miércoles 3 de diciembre. En la puerta lateral sobre la calle Rivadavia lo esperaba Vilma Ripoll, diputada del Frente de Izquierda Unidad (FITU), que ese día dejaba su banca.

La dirigente se mostró visiblemente conmovida y llorando mientras intentaba acercarse a Milei, algo que no pudo lograr porque la custodia presidencial se lo impidió. Ante las cámaras, Ripoll dijo: “Hace 40 años que soy enfermera, quería pedirle al presidente por los trabajadores del Garrahan”.

En las inmediaciones del Congreso se desarrollaba la habitual movilización de jubilados, acompañada por organizaciones sociales y manifestantes, mientras en el recinto se llevaba a cabo la jura de los 127 nuevos diputados.

Ripoll permaneció en la puerta del Congreso con el objetivo de reclamar por la situación del Hospital Garrahan. Señaló que intentaron bloquear su acercamiento: “Intentaron taparme todos poniendo el cuerpo para que yo no pueda hablar; solo quería pedirle que le den la plata al Garrahan”, dijo a los medios.

Sobre el conflicto en el centro de salud, explicó que se están trasladando a pacientes, delegados y trabajadores que organizaron el plan de lucha y que habría intentos de despidos contra quienes participaron de la protesta.

“Hace 40 años que soy enfermera, sé cómo es eso. Además de que van a despedir a los compañeros que organizaron la protesta, no llega la plata. Tienen una lista de 100 pibes que Andis no les da las prótesis, esos pibes se van a morir”, afirmó entre lágrimas.

Mientras hablaba con los periodistas, una militante de La Libertad Avanza la interrumpió en varias ocasiones y se produjo un breve momento de tensión en el que se empujaron.

Los manifestantes que se concentraron frente al Congreso lo hicieron motivados por la situación económica de muchos jubilados, que suelen movilizarse los días miércoles. Para el control del área se desplegó un operativo policial.

“Impotencia y dolor siento. Porque nosotros tendríamos que poder comprarnos nuestros alimentos”, expresó una jubilada en un móvil de Crónica TV, sintetizando el estado de ánimo de quienes, pese a años de trabajo, enfrentan dificultades para cubrir necesidades básicas.

Las vallas habituales que rodean el Congreso —en Entre Ríos y Callao— marcaron el escenario de la protesta y de las acciones de solidaridad. Además de referentes sociales, participaron representantes de clubes de fútbol que instalaron una mesa para recolectar alimentos no perecederos y distribuirlos entre jubilados con dificultades económicas.

La iniciativa buscó aliviar la falta de recursos que muchos denuncian en un contexto que los asistentes calificaron de alarmante. Uno de los presentes sostuvo: “Los que están adentro del recinto no saben lo que es el hambre”.

El ánimo general combinó reclamos y persistencia. “Le digo a los jóvenes: abran los ojos, nos están robando la patria. Esto no es política ni nada”, manifestó uno de los manifestantes, en una crítica al gobierno y con preocupación por el presente y el futuro del país.

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