Los trenes de la línea San Martín se han convertido en verdaderos pabellones carcelarios. Una pelea a puño limpio entre policías de la Federal y vendedores de plantas impacta por el grado de violencia que se repite día a día en los transportes del AMBA.
Ocurrió horas atrás en uno de los coches de una formación que se dirigía hacia Pilar. A la altura de la estación Muñiz, tres policías, dos masculinos y una femenina, obligaron a descender a vendedores ambulantes que llevaban consigo plantas, dado que perturbaban el paso de los pasajeros.
“Pedí permiso gato, si no tenes una chapa no sos nada bigote”, agraviaba uno de los ambulantes al personal de la Federal. Tres hombres y una mujer cargados de violencia se resistían a descender del tren. Obligados por los uniformados, los rotos reaccionaron a los trompazos.
No hubo tonfa que alcance. Los ambulantes estaban sacados, y los policías faltos de preparación para actuar frente a tumultos. Es más, uno de los agentes terminó peleando mano a mano con uno de los quebrados.
La situación no desescalaba, y la violencia se volvió a desatar segundos después, nuevamente, con el policía más joven golpeando como si se tratase de un mano a mano. Incluso, en un momento terminó alzando a uno de los ambulantes, mientras le propinaba trompazos en las costillas.
Una escena bizarra que da cuenta el incremento de la marginalidad y la poca capacitación que tienen las fuerzas de seguridad dependientes del Ministerio de Seguridad de la Nación.
La situación no arrojó detenidos y provocó una demora en el servicio, algo habitual en el Tren San Martín, afectado también por el escaso mantenimiento de las formaciones por parte del gobierno nacional, aún a cargo del transporte ferroviario metropolitano.


