Tenia una mirada distintiva y, con su cabello rubio siempre corto y su sonrisa, Bibi Andersson fue la musa del director sueco Ingmar Bergman. Se convirtio en una figura destacada del cine europeo y tambien fue querida y reconocida en Argentina, donde trabajo junto a importantes artistas locales.
Su nombre completo era Berit Elisabet Andersson. Nacio el 11 de noviembre de 1935 en Kungsholmen, cerca de Estocolmo. Hija de Karin Mansion, trabajadora social, y Josef Andersson, comerciante, debuto a los 15 anos en un comercial de productos de limpieza dirigido por Bergman, en el que interpretaba a una princesa en una escena marcada por el humor absurdo.
Aquel anuncio fue suficiente para que Bergman notara su talento y quedara prendado de ella, dando paso a un noviazgo. Andersson dejo sus estudios en el Royal Dramatic Theatre para trabajar en el teatro de Malmo, donde Bergman dirigia obras de August Strindberg.
Mas tarde se formo en el Teatro Real de Estocolmo y debuto en el cine con La senorita Julia (1951) de Alf Sjoberg. Sin embargo, fueron las mas de diez peliculas que hizo con Bergman las que la consolidaron como una actriz de referencia: entre ellas Sonrisas de una noche de verano (1955), El septimo sello (1957), Fresas salvajes (1957) y Persona (1966).
En Persona, considerada una de sus interpretaciones mas destacadas, Andersson interpreto a una enfermera junto a la actriz Liv Ullmann. Tras ese periodo, Bergman puso fin a su relacion con Andersson para iniciar un romance con otra de sus actrices favoritas. Sobre el final de esa relacion, Andersson recordo que el “vio nuestra amistad y queria entrar dentro de ella. Involucrarse”.
En lo personal, Andersson se caso en 1960 con el director y guionista Kjell Grede, con quien tuvo una hija, Jenny; se divorciaron trece anos despues. Grede gano una Concha de Plata en el Festival de San Sebastian en 1968 y fallecio en 2015. En 1979 Andersson se caso con el escritor y politico Per Ahlmark, matrimonio que termino tres anos despues. En 2004 se unio al medico argentino radicado en Suecia Gabriel Mora Baeza, quien la acompano hasta sus ultimos dias.
Su trayectoria profesional fue amplia y no se limito a su vinculo con Bergman. Trabajo en producciones como La carta del Kremlin (1970) de John Huston, La amante (1962) de Vilgot Sjoman -por la que obtuvo el Oso de Oro en el Festival de Berlin en 1963-, El festin de Babette (1987) de Gabriel Axel y en algunas peliculas espanolas, entre ellas Una estacion de paso (1992) de Garcia Querejeta.
Andersson reconocio que ser asociada permanentemente con Bergman era algo inevitable: “Para mi fue como una invitacion a participar en algunas de las mas importantes peliculas que se han hecho en nuestra epoca. Lo que ocurre es que yo en aquella epoca no me daba cuenta. Lo de que me asocien siempre con el cine de Bergman es un precio que hay que pagar”, afirmo en una entrevista, al explicar por que esa identificacion perduro pese a la diversidad de su trabajo.
En los anos 80 su carrera seguia en auge y viajo a Argentina para filmar Pobre mariposa (1986) de Raul de la Torre, donde compartio el rodaje con Graciela Borges y Lautaro Murua, y Los duenos del silencio (1987) de Carlos Lemos, junto a Arturo Bonin. A finales de esa decada se concentro en la television y el teatro, y retomo colaboraciones puntuales con Bergman.
En sus ultimos anos activos dirigio teatro en Estocolmo. En 2009 sufrio un derrame cerebral que la dejo con la mitad del cuerpo paralizada y la alejo de la vida publica. Fallecio el 14 de abril de 2019 en Suecia, y su muerte fue recibida con pesar: se la recordo por su sencillez y generosidad con quienes la conocieron a lo largo de su carrera.
