1 de diciembre de 2025
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Prevenir la proxima guerra en Africa

Hace tres anos se puso fin, mediante un acuerdo de paz, a uno de los conflictos mas mortiferos del siglo XXI, firmado entre el gobierno etiope y el Frente Popular de Liberacion de Tigray (FPLT), el partido dominante en la region nortena del pais.

La guerra anterior pudo haber causado cientos de miles de muertes. Hoy ese acuerdo corre el riesgo de deshacerse: el primer ministro Abiy Ahmed lo esta ignorando y muchos miembros del FPLT y de las fuerzas armadas de Tigray parecen dispuestos a retomar los combates.

Con preocupacion se registran escaramuzas en la frontera sur de Tigray y el ejercito etiope ha respondido usando drones. El 7 de noviembre el FPLT acuso al gobierno de seguir una “estrategia de exterminio”.

Un nuevo conflicto en Tigray seria una catastrofe local y regional: podria intensificar y ampliar la actual zona de violencia en el Cuerno de Africa, convirtiendose en una de las mayores areas de inestabilidad en el mundo.

Una constante del conflicto es la intervencion de potencias externas, entre ellas algunos paises del Golfo, que influyen en sus aliados. La mejor via para la desescalada pasa por Estados Unidos y esas potencias, que deben ejercer presion sobre sus aliados para detener las hostilidades y reanudar el dialogo.

Etiopia, con unos 130 millones de habitantes, figura entre los estados mas fragmentados y vulnerables de Africa.

Desde la llegada de Abiy al poder en 2018, la federacion multietnica ha sufrido insurgencias sangrientas. La reanudacion de la violencia en Tigray podria traspasar fronteras y atraer a Eritrea, un pais con fuerte presencia militar gobernado por Isaias Afwerki.

Abiy firmo en 2018 un acuerdo de paz con Eritrea, que le valio el Premio Nobel de la Paz, pero las relaciones se han enfriado. Abiy busca recuperar acceso al Mar Rojo, perdido cuando Eritrea se separo en 1993, y existe temor a un conflicto por los puertos eritreos o por disputas sobre el estatus del propio Eritrea.

Es posible que fuerzas eritreas participen en los combates junto a actores locales. Ademas, Sudan, vecino de Etiopia, Tigray y Eritrea, atraviesa su propia guerra civil. El riesgo es que estos conflictos se fusionen, mezclando combatientes, flujos de armamento y desplazamientos masivos de poblacion.

No todo esta perdido: si actores externos con influencia actuan con determinacion, aun puede evitarse la escalada. Abiy considera a los Emiratos Arabes Unidos su aliado principal; Eritrea ha firmado acuerdos de seguridad con Egipto y busca reforzar lazos con Arabia Saudita. Estados Unidos influye tanto a traves de sus aliados del Golfo como por sus relaciones directas con Abiy e Isaias, que buscan estrechar vinculos con la superpotencia.

Es positivo que diplomaticos estadounidenses hayan pedido moderacion, en contraste con 2020, cuando EE. UU. dio su visto bueno implicito a la accion militar contra Tigray. En una visita en septiembre, Massad Boulos, asesor para Africa del presidente Donald Trump, desaconsejo a Abiy intentar recuperar el acceso al mar por la fuerza. Estados Unidos tambien ha amenazado con sanciones a varios responsables de Tigray a quienes considera factores de inestabilidad.

Estados Unidos, Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Arabes Unidos deben presionar a Etiopia y a Tigray para que eviten la guerra y respeten el acuerdo de paz de 2022. Trump ha mostrado disposicion a mediar en conflictos -negocio una tregua en junio en el este del Congo y, recientemente, respaldo un acuerdo entre Camboya y Tailandia-; esos acuerdos son imperfectos y fragiles, pero preferibles a la violencia. Es mas facil prevenir una guerra que ponerle fin.

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