1 de diciembre de 2025
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Ludolf Backhuysen: romance entre cielo y mar

El Mar de Frisia alberga la llanura de marea mas extensa del planeta: aproximadamente quinientos kilometros a lo largo de las costas de Paises Bajos, Alemania y Dinamarca. Al atardecer el sol se extiende sobre la bahia con una presencia intensa. Ludolf Backhuysen nacio en Emden y, de nino, acostumbraba caminar descalzo por esa vasta playa, imaginando cruzarla para dejar la calma de la ensenada y enfrentarse a la mar abierta.

Los datos sobre Backhuysen son escasos. Nacio en Emden el 28 de diciembre de 1630 y empezo su vida laboral como aspirante a contador. Sus maestros apreciaron su caligrafia y habilidad con los numeros y lo enviaron a Amsterdam a trabajar para el comerciante Guillelmo Bartollotti. Sin embargo, abandono ese camino para dedicarse a la pintura. No se conserva un registro claro de como convencio a su familia para cambiar de oficio.

Existen dos biografias principales: la de Arnold Houbraken (1753) y la de Gerlinde de Beer (2002). La segunda se apoya en la primera y en documentos familiares depositados en el Rijksprentenkabinet en 1905. Pese a su valor, esa biografia, segun Lawrence O. Goedde, tiende a exagerar o contener imprecisiones en los detalles. Surge asi la pregunta de si la fascinacion por la figura proviene precisamente de la escasez de informacion.

La imagen que llega hasta nosotros esta incompleta y con lagunas. Backhuysen produjo una obra amplia dedicada principalmente a la pintura de marina y realizo cerca de seis autorretratos de notable ambicion, en los que introdujo un claro componente autobiografico. Parecen intencion deliberada de dejar constancia personal mas alla de las obras figurativas que creo.

Hubo un tiempo en que encontrar informacion sobre un autor o una obra era incierto. Ese desconocimiento tenia su valor. Entrar en una libreria de usados y no reconocer el nombre de un autor terminaba a menudo con el libro en manos del comprador sin posibilidad inmediata de verificacion en linea. La ausencia de respuestas instantaneas formaba parte de la experiencia.

Recuerdo haber encontrado en la calle Corrientes un poemario breve, con imagenes de animales y asuntos eroticos, firmado por una poeta cuyo nombre nadie conocia. En la solapa habia una foto con rastas. Un amigo bromeo con buscar su nombre en un registro de morosos; preferi no indagar y quedarme con el hallazgo literario en lugar de las pistas fiscales.

Backhuysen trabajaba siempre desde el boceto. Se sentaba en la costa y trazaba con lapiz la linea del horizonte: sol, nubes y aves en la parte superior; mar, gente y barcos en la inferior. Luego concentraba su atencion en las olas: como representarlas, como fijar en el trazo algo que existe principalmente en el movimiento. Para profundizar en ese estudio, sentia la necesidad de alejarse de la orilla.

Para observar la mar en su estado mas vivo se subia a una embarcacion y remaba hasta una distancia suficiente para sentirse a la deriva, pero sin arriesgar demasiado el regreso. Le interesaban no solo las olas, sino la intensidad de las alturas, las tormentas y la relacion entre el cielo y el agua. Lo imaginamos sujetando el bote, empapado por la lluvia, registrando cada detalle de esa situacion compleja.

Los muertos nos siguen hablando de formas distintas. En la era digital, los perfiles y archivos mantienen una presencia continua de quienes fallecieron, como una exposicion permanente de su autobiografia publica. En cambio, las personas anonimas de la epoca previa a internet quedaron en gran parte en silencio, su huella limitada a los objetos y las obras que dejaron atras.

Lo que se sabe de su trayectoria es escueto: estudio con Allart van Everdingen y Hendrick Jacobsz Dubbels; recibio visitas de Cosme II de Medici y de Pedro el Grande; abrio una galeria en el ayuntamiento de Amsterdam; y, tras regresar de un viaje a Inglaterra, murio poco despues de desembarcar, el 17 de noviembre de 1708 en Amsterdam. Mas alla de estos datos, su vida se reconstruye a partir de la obra que dejo.

Al regresar de su ultimo viaje, su salud se resintio. Tenia 77 anos, una edad considerable para su tiempo, y su cuerpo no soporto el esfuerzo del viaje. Postrado en cama, fue apagandose de manera progresiva. Sus ultimos recuerdos, segun la tradicion, conservaron la intensidad de las grandes olas y las tormentas, temas que ocuparon gran parte de su trabajo y que parecen, simbolicamente, cerrar su biografia artistica.

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