La ausencia de un capataz de obra de 62 años durante el lunes y el martes llamo la atención de sus compañeros: era una persona responsable que no respondía el teléfono ni acudía al trabajo. Dos arquitectos fueron hasta su domicilio en la localidad de 18 de Mayo (Canelones, Uruguay) para averiguar que ocurría y se encontraron con el hijo, que ofreció respuestas evasivas.
Las versiones que dio el joven resultaron inconsistentes: primero dijo que sus padres se habían ido de viaje sin precisar el destino; luego, al verse contradicho por el hecho de que el auto estaba en el garaje, aseguro que su padre había salido en ómnibus. Ante la desconfianza de los trabajadores, llamaron a la Policía, según informo Telemundo (Canal 12).
Finalmente se confirmo que, en realidad, dentro de la casa estaban los cuerpos del padre, la madre y el hermano, mutilados con una sierra.
La tranquilidad del pueblo, cercano a Montevideo, se vio alterada por la presencia policial en una calle sin pavimentar. El martes por la noche, los efectivos hallaron una escena que el jefe de Policía de Canelones, Fabio Quevedo, describió como dantesca.
Quevedo detallo que encontraron “tres personas fallecidas, dos de ellas desmembradas” y que había “una persona detenida”, según su informe en la rueda de prensa de esa noche.
Al ingresar a la vivienda, los policías interrogaron al hijo y constataron que, como ante los trabajadores, cambio varias veces su versión de los hechos.
La primera declaración del hombre relato que el sábado, alrededor de las 23:00, había regresado a la casa y fue sorprendido por seis personas encapuchadas vestidas de negro que lo golpearon y lo dejaron inconsciente; cuando despertó, encontró a sus padres y a su hermano muertos.
El joven aseguro que intento reanimarlos y, al no lograrlo, mutilo sus cuerpos con una sierra para darles sepultura, según los detalles consignados por Telemundo. Al ser consultado sobre la ubicación de los cuerpos, señalo el interior de la vivienda.
El cuerpo del hermano mayor fue hallado en la cocina, con varias manchas de sangre y junto a una motosierra; en otra habitación estaban los otros dos cuerpos, también desmembrados. Los agentes advirtieron la ausencia de otras partes y el detenido indico que estaban en un galpón.
El cambio reiterado de versiones llevo a la Policía a cuestionar si el hombre es imputable.
En otras declaraciones, el sospechoso afirmo en varias oportunidades que actuó para filmar una “película de terror”. Posteriormente declaro que había matado a sus familiares porque los “odiaba” y llego a decir: “Debí haberlo hecho antes”, según relataron los efectivos que lo interrogaron.
Los investigadores manejan la hipótesis de que los crímenes se cometieron entre el viernes y el sábado.
La localidad de 18 de Mayo quedo conmocionada. Ana, una vecina, dijo al diario El Pais que son hechos que se ven en películas y que nadie espera vivirlos tan de cerca; recordó que saludaban como vecinos y que con la victima eran “las dos mas viejas del barrio”. También noto algo inusual en los últimos días porque las luces del arbolito de Navidad estaban apagadas.
Otro habitante señalo que no escucho gritos ni disparos y expreso su incomprensión sobre como pudo ocurrir un suceso así.
Otros vecinos describieron a la familia como “muy reservada” y con poco relacionamiento con el barrio, y definieron al padre del detenido como una persona “super trabajadora”.


