1 de diciembre de 2025
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De basurero y preso injustamente a estrella del fútbol argentino

Adrián “Maravilla” Martínez es, sin duda, una de las figuras más inesperadas que emergieron del fútbol argentino en los últimos años. Como delantero de Racing y pieza clave en la histórica Copa Sudamericana 2024, su trayectoria combina sacrificio, episodios de injusticia y una determinación notable.

La historia de vida de Adrián “Maravilla” Martínez

Martínez nació en Campana y, a los 33 años, vive un presente de ensueño tras un camino difícil. No pasó por formativas profesionales; desde muy joven trabajó en una distribuidora, fue recolector de basura y también realizó tareas de albañilería. De adolescente jugaba únicamente en el barrio, en Las Acacias, el club que llegó a presidir su madre.

Su vida dio un giro en 2014: cuando su hermano Braian fue baleado, él quedó detenido de forma errónea, acusado de participar en un ataque que no cometió. Permaneció siete meses en prisión, donde relató haber sufrido violencia y hambre. Según contó, dependía de las comidas que le llevaban su familia y estuvo en riesgo por peleas internas en el penal.

A fines de ese año se comprobó su inocencia y recuperó la libertad. Tras salir pidió “una oportunidad” en el fútbol y la consiguió: Defensores Unidos de Zárate lo probó y lo incorporó sin contrato. Debutó oficialmente a los 22 años y, dos temporadas después, explotó: con 21 goles en 2017 fue transferido a Atlanta, donde siguió en ascenso y llegó a marcarle a River en la Copa Argentina.

Desde entonces su carrera se expandió internacionalmente: se destacó en Sol de América, jugó la Copa Libertadores con Libertad estrenándose con un triplete, pasó por Cerro Porteño y Coritiba, y volvió a la Argentina para brillar en Instituto. Sus 18 goles allí llamaron la atención de clubes de mayor envergadura.

Sus estadísticas en La Academia y su apodo

En Racing su nombre quedó marcado: hasta ahora suma 50 goles, entre ellos el tanto en el clásico frente a Independiente y 10 en la campaña que culminó con la Sudamericana tras 36 años. Además, fue el máximo anotador de la Copa Libertadores 2025.

Aunque muchos lo apodan “Maravilla”, él prefiere evitar ese mote por la presión que conlleva. “Lo que hizo Dios conmigo fue una maravilla”, declaró este año. De recolector de basura y preso por error a figura del fútbol argentino: la historia de Martínez es un recordatorio de que, a veces, la vida real supera la ficción.

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