Emmanuel Macron inicia una visita de Estado de tres días a China centrada en el comercio y la diplomacia, con el objetivo de sumar a Pekín a los esfuerzos para presionar a Rusia hacia un alto el fuego en Ucrania.
Según la presidencia francesa, el viaje busca impulsar una agenda de cooperación económica orientada a lograr un equilibrio que favorezca un crecimiento sostenible y beneficioso para ambas partes.
El Elíseo indicó que Francia quiere atraer más inversiones chinas y abrir nuevas oportunidades para sus exportaciones. Se esperan acuerdos en energía, alimentación e industria aeronáutica, y Macron defenderá un acceso al mercado que sea justo y recíproco.
Francia será sede de la cumbre del Grupo de los Siete en 2026, mientras que China presidirá ese año el foro APEC, que reúne a 21 economías clave. En ese marco, París considera esencial un intercambio comercial más equilibrado para la estabilidad económica global.
Europa enfrenta un importante déficit comercial con China: la Unión Europea registró el año pasado un saldo negativo superior a 300.000 millones de euros, y China representó el 46% del déficit francés.
Tanto Francia como la Unión Europea describen a China como socio, competidor y rival sistémico, reflejando las tensiones comerciales recientes, entre ellas la investigación europea sobre subsidios a vehículos eléctricos chinos.
Esa investigación motivó medidas chinas en respuesta, como pesquisas sobre importaciones de coñac, cerdo y productos lácteos, que complicaron las relaciones comerciales bilaterales.
En julio, Macron valoró como un avance las exenciones concedidas por China a la mayoría de los productores de coñac tras las revisiones anunciadas; Francia es el principal proveedor de vinos y bebidas espirituosas al mercado chino.
La gira de Macron incluye un importante componente diplomático vinculado a la guerra en Ucrania. París prepara conversaciones con Pekín tras la reunión entre Macron y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, para explorar posibles términos de alto el fuego.
Un alto funcionario francés declaró que lo que buscan es que China pueda convencer e influir en Rusia para avanzar cuanto antes hacia un alto el fuego y, posteriormente, consolidarlo mediante negociaciones que ofrezcan garantías de seguridad para Ucrania.
Ese mismo funcionario añadió que Francia espera que Pekín “se abstenga de proporcionar a Rusia cualquier medio para continuar la guerra”, y pidió no ser identificado, conforme a las prácticas del Elíseo.
Desde Pekín, la portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, afirmó que China apuesta por el diálogo y la negociación para resolver el conflicto y respalda “todos los esfuerzos” encaminados a la paz, sosteniendo que ha desempeñado un papel constructivo desde el inicio de la guerra.
Macron llegará a Beijing el miércoles por la noche acompañado por su esposa, Brigitte Macron. Su agenda incluye una visita al Jardín Qianlong en la Ciudad Prohibida, recientemente reabierto tras obras de renovación.
El jueves se reunirá con el presidente Xi Jinping en el Gran Palacio del Pueblo y participará en un foro empresarial franco-chino. También mantendrá encuentros con Zhao Leji, presidente de la Asamblea Popular Nacional, y con el primer ministro Li Qiang.
La visita oficial continuará en Chengdu, provincia de Sichuan. El viernes, Macron y Xi conversarán en Dujiangyan, sede del antiguo sistema de irrigación aún en uso, y el presidente francés se reunirá con estudiantes de la Universidad de Sichuan.
(Con información de Associated Press)
