La miniserie sueca Los crímenes de Åre, disponible en Netflix, adapta las novelas de Viveca Sten Oculto en la nieve y Oculto en las sombras en cinco episodios que suman menos de cuatro horas. La trama sigue a la detective Hanna Ahlander (Carla Sehn), que huye de Estocolmo tras una ruptura y se refugia en la estación de esquí de Åre, donde vive su hermana. Su intento de empezar de nuevo se ve interrumpido cuando una joven desaparece durante una fiesta local y Hanna se ve obligada a retomar la investigación.
Para resolver el caso debe colaborar con el policía local Daniel Lindskog (Kardo Razzazi). La relación entre ambos, la desconfianza mutua y los secretos del pueblo se desarrollan en un escenario marcado por la nieve, el frío y el aislamiento característicos del norte, elementos que refuerzan la atmósfera noir de la serie.
Los tres primeros episodios se centran en la desaparición inicial; los dos últimos muestran otro homicidio ocurrido meses después, cuyo desenlace algunos críticos consideran menos contundente que el del primer caso. En general, la miniserie suma puntos por sus actuaciones, su estética y la fidelidad al tono de las novelas, y se presenta como una opción breve y autoconclusiva para quienes buscan suspense y ambientación nórdica en un formato para maratonear.


